El Ministerio de Sanidad ha apostado por la prohibición en su lucha contra el tabaquismo, endureciendo por igual el tabaco convencional y alternativas como los cigarrillos electrónicos (vapers), dispositivos de tabaco calentado y bolsas de nicotina. No solo se reafirma en que rechazará las alegaciones presentadas por varios países de la Unión Europea, entre ellos Suecia, Italia, Grecia, Rumanía y República Checa, contra el nuevo Real Decreto para regular estos productos, sino que les acusa de actuar al dictado de la industria tabaquera. Así lo dijo el director general de Salud Pública, Pedro Gullón, que consideró que los argumentos aportados estaban "claramente" elaborados por las tabacaleras en una comparecencia en la que anunció que el ministerio respondería a las objeciones de estos países en el plazo previsto, pero que la intención era mantener el texto sin cambios.

¿Demonizar las alternativas al tabaco es la mejor estrategia? Las autoridades sanitarias españolas han apostado con firmeza por este modelo. Sin embargo, países como el Reino Unido considera estos productos un aliado para reducir el impacto del tabaco en la salud pública. Suecia es quizá el ejemplo más paradigmático ya que lleva décadas aplicando políticas de reducción de daños. El país escandinavo es, además, el primer país del mundo libre de humo, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al situar la tasa de tabaquismo por debajo del 5%.

La postura del Gobierno sueco

Para el Gobierno sueco, la decisión de las autoridades sanitarias españolas de limitar a 0,99 mg la nicotina de la bolsas es prácticamente una "prohibición" ya que excluye del mercado a productos "relevantes", una cuestión que podría afectar negativamente al resto de Estados miembros. Así nos lo ha hecho saber, en declaraciones a ElPlural, el departamento de Comunicación del Ministerio de Comercio que califica esta medida de "intrusiva" por restringir la libre circulación en el mercado interior de la UE. "Las medidas adoptadas deben ser proporcionadas y tener como objetivo proteger a grupos vulnerables como niños y jóvenes", reclama.

Al gobierno sueco le preocupa que la libre circulación de mercancías en el mercado interior de la UE se vea afectada negativamente si los Estados miembros imponen prohibiciones.

Karl Fagerström: “España se está equivocando de enemigo”


Karl Fagerström (Foto: ElPlural)

Uno de los principales defensores del enfoque sueco es Karl Fagerström, psicólogo clínico y referente mundial en el tratamiento del tabaquismo. “España se está equivocando de enemigo. El problema no es la nicotina en sí, sino el modo en que se administra”, asegura en una entrevista con ElPlural, en la que también critica con el límite máximo de 0,99 mg de nicotina impuesto a las bolsitas. Considera esta decisión “estúpida”, porque —dice— no logrará satisfacer la necesidad de nicotina de un fumador que intente dejar el cigarrillo convencional: “Sin embargo, es exactamente la dosis que a un adolescente ingenuo le puede atraer. Con el tiempo, probablemente, esa dosis no será satisfactoria, así que buscarán algo con una dosis mayor".

Fagerström se presenta como una persona pragmática, consciente de que el tabaco va a seguir existiendo, lo queramos o no. “Hay muy buenas razones para odiar a la industria del tabaco, se han portado mal, pero para mí es prioritario reducir la muerte y la enfermedad”, defiende. Este experto en adicciones aboga por ir más allá del prohibicionismo y estima que España podría evitar unas 29.000 muertes al año si los patrones de consumo de nicotina se acercaran a los suecos, donde predominan el tabaco oral y las bolsas de nicotina.

“Muchos piensan que la nicotina causa cáncer, enfermedades respiratorias, cardiovasculares, pero no es así. La nicotina crea adicción y no está exenta de efectos perversos, pero no provoca cáncer”, asegura. Desde esta perspectiva, considera ilógico que se permita la venta de cigarrillos convencionales y, en cambio, se prohíba el snus, el producto que ha contribuido de forma decisiva a que su país reduzca el tabaquismo a mínimos históricos.

Snus el tabaco oral sueco prohibido en el resto de la UE

El snus es un producto del tabaco que se consume por vía oral. Su apariencia es similar a la de las bolsas de nicotina, pero, a diferencia de ella, sí incluye tabaco. Se trata de una mezcla de tabaco finamente picado, agua y sal. Incluye, además, aromatizantes. Al tratarse de un producto sin combustión, se evita la inhalación de humo y, por tanto, reduce de forma considerable los riesgos asociados al tabaquismo tradicional.


Ante el éxito del snus en Suecia empezó a cultivarse tabaco, una práctica ahora olvidada, pero que tiene su presencia en el Museo del Snus, en el parque Skansen de Estocolmo. (Foto: ElPlural)

La historia del snus se remonta al siglo XVII, cuando empezó a consumirse en Suecia en forma de rapé, un hábito importado de la aristocracia francesa. Fue tal su éxito que llegó a cultivarse tabaco en Suecia, una práctica hoy abandonada, pero que tuvo gran importancia en ese momento. Hasta finales del siglo XIX, esta mezcla de tabaco se hacía de forma artesanal y algunas de las recetas perviven en la actualidad. 

Tal es su peso cultural que en Estocolmo existe el Museo del Snus y los Fósforos (Snus- och Tändsticksmuseum), situado en el parque de Skansen, el museo al aire libre más antiguo del mundo. Allí se exponen maquinarias antiguas, anuncios publicitarios, fotografías y cajas históricas de snus, además de contar con una pequeña plantación de tabaco y demostraciones del proceso de fabricación.


Uno de los carteles que podemos encontrar en el Museo del Snus, en el parque Skansen de Estocolmo (Foto: ElPlural)

A partir de los años 40 del siglo pasado, en gran medida gracias al cine clásico de Hollywood el consumo de snus decayó y se popularizaron los cigarrillos, alcanzando su punto álgido en los años 70 para descender progresivamente desde entonces. Fue precisamente en 1973 cuando salió al mercado el primer snus envasado en porciones individuales, lo que provocó un cambio de tendencia en el consumo, dibujando una curva ascendente que se aceleró en 2016 con el lanzamiento de la primera bolsa de nicotina. Esta fecha marcó un punto de inflexión y el definitivo sorpaso del tabaco oral sin combustión a las ventas de cigarrillos tradicionales.

La exención sueca

El snus está prohibido en toda la Unión Europea salvo en Suecia. Cuando este país ingresó en la Unión Europea en 1995, negoció una cláusula específica para poder seguir vendiendo este producto en su territorio, ya que la normativa comunitaria prohíbe la comercialización de tabaco oral en los demás Estados miembros.


Las bolsitas de snus, a diferencia de las de nicotina, llevan tabaco

Expertos como Fagerström consideran que el snus, junto a las bolsas de nicotina, ha sido una de las claves para posicionar a Suecia como el país europeo con la tasa de tabaquismo más baja. Eso no quiere decir que estos productos sean inocuos, pero sí cree en la política de reducción de daños. "Si ponemos el riesgo del cigarrillo en 200, el del snus podría ser del 5, y el de las nuevas bolsas de nicotina sería igual que el de los productos de sustitución de nicotina: uno y algo. Esa es la diferencia de riesgo", asegura.

Preguntado qué le diría a las autoridades españolas, sugiere que regule este tipo de productos de forma similar a lo que hacen los países nórdicos con el alcohol, en función del riesgo: una botella de vodka o de whisky, por ejemplo, paga más impuestos que la cerveza o el vino. Añade que la prohibición no va a suponer que desaparezcan del mercado, se venderán de forma ilegal, con el riesgo que conlleva. Asimismo considera un error la prohibición de sabores, ya que si queremos que estos productos funcionen como un sustitutivo deben ser atractivos para que los fumadores prescindan del cigarrillo tradicional. Eso sí, no quiere ver 20 sabores distintos como si fuera una tienda de caramelos ya que enviaría "señales muy contradictorias".

Suecia, el país con la incidencia de cáncer de pulmón más baja de Europa

Suecia es el único país del mundo en el que se pueden ver con cierta perspectiva el efecto de las alternativas sin humo en la salud pública y los datos son alentadores: ha logrado las tasas más bajas de tabaquismo y de cáncer de pulmón de toda Europa. Así lo determinan los datos de la Organización Mundial de la Salud de 2022 como se puede ver en el siguiente gráfico:


Estos datos se suman a un informe de la OCDE que asegura que es el país que registra la mayor reducción de la mortalidad evitable por cáncer de pulmón en hombres entre 2011 y 2021. Suecia registra una tasa de 39 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que Hungría, el país con mayor prevalencia, alcanza 139 casos por cada 100.000, un 46% por encima de la media europea (95 casos por cada 100.000), todo ello según los datos recopilados por el citado organismo.