Con la llegada del verano y a las puertas de la que podría ser la primera ola de calor del año, las playas de todas las costas españolas se encuentran ya repletas de gente que o bien disfruta de su periodo vacacional o bien consigue escaparse durante un rato a la playa para paliar de la mejor forma posible las altas temperaturas.

Sin embargo, los expertos advierten que los baños en el mar deben hacerse con cautela y precaución y ahora todavía más después de haber detectado la presencia de carabelas portuguesas en aguas españolas. Fue en el mes de mayo cuando se avistaron por primera vez, pero ahora, dado el aumento de las temperaturas tanto de la atmósfera como del mar, las corrientes marítimas y la escasez de depredadores, las carabelas se han multiplicado.

Ahora bien, ¿qué hacer para detectar su presencia? Primero que todo, desde la Universidad Europea de Canarias advierten que no se trata de medusas, aunque por apariencia se puedan confundir. Detallan en ese sentido que son una “colonia de organismos” que se agrupan para sobrevivir formando una especie de plancton gelatinoso. Su característica más llamativa es el color azul o púrpura, que podría ser lo que ayude a diferenciarlas de las medusas. Además, tiene forma de globo y su diámetro puede llegar hasta los 30 centímetros, aunque sus tentáculos son mucho más largos, pudiendo alcanzar los 50 centímetros.  

¿Dónde se encuentran las carabelas?

Según ha podido señalar los expertos, su hábitat más común son los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, sobre todo en zonas de aguas cálidas. Sin embargo, a España también llegan por la corriente del Golfo Atlántico, y también en el Mediterráneo.

De hecho, resulta ya común que todos los veranos se avisten ejemplares en costas de nuestro país. El año pasado se dieron avisos en el País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia, Andalucía, la Costa Brava, Valencia y Canarias.

¿Cuál es el síntoma de la picadura?

Pese a que no se trata del mismo animal, los síntomas que puede sentir una persona que ha recibido la picadura de la carabela son los mismos que los de una medusa. Esto es, escozor y picor en la zona de se encuentra el veneno. Aunque este síntoma sería el más frecuente y leve, también podría desencadenar en otros más acentuados como vómitos, fiebre y náuseas.

Sin embargo, como señalan los expertos, en principio, no debería resultar mortal siempre y cuando la persona se encuentre en buen estado de salud, desapareciendo los síntomas en unas horas. Aunque es cierto que para la población más pequeña y para adultos con la salud debilitada sí que podría llegar a ser mortal en casos extremos.

Todo ello se debe a la gran cantidad de veneno que albergan en sus tentáculos. De hecho, en cada centímetro cuadrado del tentáculo podría haber más de un millón de elementos urticantes, es decir, aquellos que provocan reacción alérgicos. Además, dado que el veneno permanece dentro del cuerpo, aun después de haber retirado la carabela de la piel, su picadura requiere cuidados posteriores.

¿Qué hago si me pica una carabela?

Nunca frotar ni rascar la zona. Esta es la recomendación que lanzan los expertos si una persona sufre la picadura de una carabela portuguesa. Al margen de ello, si se identifica un ejemplar, se debe avisar inmediatamente a los socorristas o al 112 y despejar la zona. Para aquellos que resulten afectados por la picadura, se debe mantener la calma y dirigirse a un punto de atención médica.

En estas instalaciones, presentes en todas las playas, los expertos procederán a retirar primero los restos de los tentáculos de la piel, por lo que no se debe tocar nunca la carabela si no eres experto. Además, lejos de los mitos, no se debe usar agua dulce ni vinagre para retirarla, ya que esto podría producir todavía más dolor.

Una vez se ha limpiado la piel, es recomendable aplicar agua caliente y si el dolor se extendiera, habría que dirigirse a un centro de salud, donde se podrían administrar corticoides, antihistamínicos o cremas adecuadas para frenar el dolor.