Como en todas las crisis a lo largo de la historia, siempre hay un colectivo que sale reforzado y se aprovecha del descontento de la gente. Este grupo siempre suele caracterizarse por unos ideales llevados al extremo. El caso que siempre llega a la mente es el de Hitler, por poner un ejemplo. Esta vez, también la extrema derecha se ha aprovechado del descontento de la ciudadanía con la crisis catalana y la actuación de las fuerzas políticas, sobre todo los sectores más conservadores de la sociedad española.

Y es que el procés ha permitido que la extrema derecha vuelva a adquirir cierto protagonismo en las protestas que pedían la unidad de España frente a la ruptura que promulgaban los sectores independentistas catalanes. Los ultras han unido fuerzas y se han colado en manifestaciones o bien, en su defecto, las han convocado, como la que tuvo lugar en Cibeles y en la que se vieron bastantes banderas preconstitucionales. Incluso se vio a gente cantando el Cara al Sol.

Enfrentamientos

Estos colectivos de extrema derecha no suelen ser pacíficos que se diga, sino todo lo contrario. Este mismo año, en la fiesta del Día de la Hispanidad, ya se vieron peleas entre radicales e incluso a estos individuos quemando esteladas en Barcelona. Como siempre, la tolerancia brilla por su ausencia en sus quedadas.

Sin embargo, hay un evento este mismo año que se recordará, desgraciadamente, durante mucho tiempo. Tuvo lugar en Valencia el 9 de octubre, cuando se celebraba el día de la Comunidad Valenciana.

Una festividad que aprovecharon para pedir la unidad de España. A su manera, eso sí. Enfrentamientos entre ciudadanos que salieron a celebrar su día y pedir diálogo al Gobierno Central y al Govern. Sin embargo, organizados en dos filas las dos facciones, se lanzaban insultos unos a otros hasta que los ultras comenzaron a hablar como mejor saben, a puñetazos. 

La policía actuó rápido y detuvo a varios alborotadores e incluso los identificó. No obstante, precisamente Valencia es uno de los focos donde la extrema derecha campa a sus anchas, o lo ha hecho durante muchos años, perpetrando incluso asesinatos.

Los partidos se refuerzan

Una de las formaciones que mejor parada ha salido de esta crisis ha sido VOX. El partido ultra que lidera Santiago Abascal ha crecido en todos los aspectos. Desde su militancia a sus simpatizantes. Doblando en ambos sus guarismos con respecto al último año.

VOX ha tomado parte activa de manifestaciones, en colaboración con otras organizaciones ultras como el colectivo homófobo Hazte Oír. Además, llegaron a hacer una recogida de firmas para llevar a los Tribunales a Carme Forcadell, la expresidenta del Parlament. Un hecho que ha sorprendido a propios y extraños y que ha permitido a VOX salir muy bien parada del último sondeo del CIS, que le otorga un escaño en las próximas elecciones.

Esta crisis ha supuesto un resurgir de las facciones más extremistas de la sociedad española. Además, han irrumpido en manifestaciones a las que han acudido los partidos constitucionalistas. La extrema derecha se ha unido y ha tomado fuerza gracias al procés.