En este sentido, han manifestado hasta la saciedad que dicha austeridad no va a apuntalar los cimientos que tantos años de lucha han construido, o dicho de otra forma, que los recortes no afectarían de ningún modo a los pilares básicos del denominado Estado del bienestar.

No obstante lo anterior, la realidad parece ser otra bien distinta ya que son muchas la muestras públicas, quizás por error o por ir anunciando lo que se nos viene encima, lo que evidencia que los recortes afectarán a la esencia misma del bienestar.

Así, no han sido pocas la intervenciones de altos cargos de la derecha española, en las que se manifiesta el ideario programático que pretenden aplicar, tales como revisión de la prestación por desempleo, revisión del actual sistema sanitario, reducción de presupuesto para educación -los modelos de Galicia y Madrid así lo patentizan-, privatización de servicios ahora públicos y cuyo desguace sería impensable en la actualidad,...

Todo lo anterior es disfrazado con la promesa retraída de Esteban González Pons, aquello de crear más de cinco millones de empleos durante la legislatura, cuando la única realidad es que determinados militantes con responsabilidad en el Partido Popular parecen estar más centrados en la destrucción de empleo que en la propia generación del mismo, y si no que se lo pregunten a Ángel Mínguez que ya fantasea por twitter con el despido de la presentadora de Televisión Española, Ana Pastor.

En definitiva, la única realidad es que ya son muchos los que vislumbran un futuro nada halagüeño y que afectará al Estado del Bienestar, haciendo vibrar todos sus resortes, y es que la derecha española aún no dirige los designios del país y a pesar de ello ya ha instaurado en más de uno un enorme estado del malestar.

Daniel Sánchez Navarro es ingeniero Informático y licenciado en Derecho