En 2010 se subieron por primera vez a una mesa de mezclas frente al público, en el bar de su amigo Óscar, en Valencia. Este año celebran su 15º aniversario con dos fechas en La Riviera y el lanzamiento de su cuarto disco.

Recorremos cada canción junto a María Eguizabal, como si entráramos juntas a La Riviera el próximo 8 de noviembre a escuchar de seguido este último álbum. Ojo, esto no es un spoiler del setlist que nos encontraremos al lado del río Manzanares.

 

1. “Mejor en grupo”:

La colaboración con la banda vallisoletana Siloé abre el disco invitándonos a desprendernos de las corazas. Pasamos la entrada y, al cruzar la puerta, las palmeras de la sala madrileña nos reciben de nuevo. Nos mezclamos entre el barullo, intentando llegar lo más rápido posible a las primeras filas.

Empieza a sonar la canción. Te mueves con timidez, intentando mimetizarte con quienes te rodean, como solemos hacer para encajar en los entornos adultos de la vida. Pero algo cambia. De repente, te da igual el pensamiento intrusivo número 5.000 sobre el criterio ajeno. Tiras la chaqueta al suelo, ya formas parte. ELYELLA te acaban de invitar a ese lugar seguro del que María nos habla a la mitad de la entrevista en vídeo.

 

2. “Cuando llegue el momento, lo sabrás”:

La última canción que hemos podido escuchar del disco viene de la mano de la banda catalana, Love of Lesbian. María te cuenta que antes trabajaba en el Museo Centro de Arte Dos de Mayo pero llegó el momento de brillar en otra parte. Eligió el antifaz de purpurina negra, junto a MONO.

La figura de MONO te da muchísima curiosidad. ¿Quién estará detrás de esa máscara? ¿Y el calor que debe pasar con ella puesta? María te cuenta que es él quien la animó a apostar por sí misma y por su papel en la música. Y que su sistema de núcleo duro, los de verdad, han ayudado mucho en todo este proceso.

Piensas en tu persona favorita, en quien siempre te ha apoyado. Te viene su nombre a la cabeza y sonríes, recordando todos esos momentos en los que sentiste su impulso.

Tu cabeza ondea al ritmo de Tu nombre. Dejas de tener prisa, de pensar en la lista de la compra o en lo que tienes que entregar el lunes. A la persona de al lado le pasa lo mismo. Os envolvéis en una seguridad colectiva.

 

3. Siempre hay una nueva oportunidad” por Me falta tu voz con Suu:

María y MONO empezaron lanzando sus propias canciones de forma autoeditada, hasta fundar Vanana Records. Su sello acoge a artistas que seguro has visto en festivales: Amatria, Anabel Lee, Blackpanda, Elem, ELYELLA, Grasias, Ginebras, INNMIR, Karavana, Niños Bravos, trashi o Wisemen Project.

Pasaron a ser ellos los que dieron las oportunidades, reuniendo esas voces con las que ya han compartido colaboraciones e incluso un disco colectivo: “Vanana Mix, Vol. 1”.

¿Cómo compaginar ser artista y, al mismo tiempo, manager? ¿Qué une a todos estos proyectos? Tienes la respuesta en el minuto cinco de la entrevista en vídeo. Pero tienes una pista delante de ti: ya estáis bailando.

 

4. “Las respuestas vienen cuando toca, no cuando tu quieres”:

En pleno salto te chocas con la persona de tu izquierda. Os sonreís y empezáis a hablar, está claro que hay varias cosas que ya tenéis en común encontrándonos a tres metros del escenario. Así conocieron ELYELLA a muchos de los artistas que hoy forman parte de este nuevo disco: casi por casualidad, en el lugar y momento justos.

 Nadie me baja de la idea de que las amigas que haces en los baños de los bares suelen darte las mejores respuestas de la noche. Ojalá me pasase con Be Fernández, la ilustradora responsable del universo visual del disco, con quien empezaron a trabajar en la portada de Bailando Mal, junto a Ginebras. Una de mis artistas favoritas, además.

¿Cuánto tiempo llevan gestando este disco? Años.

¿Por qué una langosta, una bola de billar, un cóctel, unos guantes de boxeo y una bola de discoteca se repiten en las portadas? En el minuto 11 tienes las respuestas. Mientras tanto, recuerda que Iván Ferreiro se sumó al proyecto por un DM de Instagram.

 

5. “El miedo siempre está” por Nunca Más con Kaia Lana:

Ya habéis ampliado el grupo. Toda la fila os buscáis con la mirada, bailando, compartiendo esa complicidad que surge en los shows del dúo.

Ha llegado el momento de las confesiones: empiezo yo. En la entrevista en vídeo intercambié el punto cinco por el seis. Errores del directo que acaban siendo más interesantes que la idea original. Así que ahora tienes dos realidades: la escrita en estas líneas y la espontánea en vídeo.Respiras. Te has liberado de esa sensación de rara avis, de la ansiedad por alejarte de los estándares de lo perfecto, del futuro y de todas esas realidades paralelas que no van a pasar. Sigues formando parte del grupo.

Como ELYELLA, que además de ser DJs, son compositores y productores, aunque tampoco exactamente una banda. Y ahí estamos, 2.000 personas aplaudiéndoles.

 

6. “Llorarás”.

Estás tan dentro de las canciones que se te escapa una lágrima al conectar con el presente. Te das cuenta de todo lo que estás soltando mientras cantas ese “Te quiero, me quiero y nadie lo podrá cambiar”.

El confeti multicolor —tan característico del dúo— se convierte en una vacuna para reconciliarte con toda la carga con la que convives a diario.

La vacuna de Vanana Records tiene tres letras: red. Un sistema de amadrinaje y apadrinaje que facilita todo el proceso de emprender un proyecto artístico. Elem llegó a sus vidas al escuchar una de sus canciones en la radio y ahora formará parte para siempre de “Lo más importante”.

Las Ginebras fueron sus teloneras y acabaron haciendo un Movistar Arena.

 

7. “Pero brindarás· por Lo bien que suenas con Besmaya:

Esta moraleja quise dejarla solo por escrito, porque resume el concepto del disco:

“Hoy has venido a celebrar lo que tienes que encontrar y lo que te mereces.”

Ese momento en el que coges a tu acompañante y le gritas, a diez centímetros: “Que tienes algo especial y que me encanta como eres.” Y la frase rebota, multiplicando exponencialmente la sensación de amor por todo el recinto.

Un buen motivo para brindar es recordar cuando ELYELLA consiguieron el Disco de Oro y el de Platino por Que Nada Nos Pare. Pero aún quedan dos canciones para hablar de ese himno junto a La La Love You.

 

8. “Sé dramática” por Muchas vidas por vivir:

Se ha instalado en el imaginario colectivo que solo eres artista si existe un vídeo tuyo, grabado en VHS, cantando frente a tu familia con un micro de juguete y lentejuelas. Que con 18 años ya deberías haber ganado el premio a Artista Revelación.

Esa imagen alimenta una visión edadista y elitista del arte, muy alejada de la realidad.

La historia de ELYELLA también puede contarse a través de las controladoras y mesas de mezclas que han pasado por sus manos en estos quince años. Y aquí estamos, cientos de personas bailando al ritmo de MERINO: gente con profesiones dispares, estudios abandonados, rutinas que quieren romper… o que ya han desaparecido.

Cargarnos ese techo es algo que debemos agradecerle a proyectos como el de María Eguizabal y MONO.

 

9. “Di adiós para decir hola”:

Se está acabando el evento y el decálogo. Llega la canción más íntima del disco, que arranca con un silbido que te hace ladear la cabeza y pasar el brazo por encima de tus nuevos mejores amigos.

Iván Ferreiro aparece para combatir la nostalgia y la soledad, uno de los ejes de este nuevo trabajo. Pero, una vez más, ELYELLA no pretende darnos lecciones vitales: solo proponen una conversación colectiva de la que ellos también forman parte.

Nos sueltan la mano, suavemente, para recordarnos que —para bien o para mal— todo tiene un final.

 

10. “Que nada nos pare”:

Antes de que Rosalía recorriese Gran Vía acompañada de una masa de fans, la catalana dejó miguitas de pan en la plataforma estadounidense Substack. Y ahora, nadie me saca de ahí. El otro día me topé con el ensayo de Dani Offline: “Everyone wants to be a DJ, no one wants to dance”. En él, se contextualiza esa frase que escuchamos cada vez más: “es que ahora todo el mundo hace música.”

Lejos de ser una crítica a la democratización de los procesos artísticos —que permite que la diversidad de autores y autoras se amplíe y enriquezca el panorama—, el texto apunta a una realidad que necesita matices para entenderse. Habla de lo perjudicial que puede ser hacer música como si de una fábrica se tratase, impulsados únicamente por el aplauso, los focos o el estatus que, en muy contadas ocasiones, se alcanza a través del arte. La criba ya no son tanto los medios con los que cuentes, sino que debería ser la intención con la que lo hagas, utópicamente hablando.

El discurso de ELYELLA conecta directamente con la idea de devolver al público su papel activo e indispensable dentro de una propuesta artística. De volver a mirar hacia fuera, de encontrar una forma de expresarse que dialogue con las vivencias del resto. Que sea esa masa, ese colectivo, quien haga grande la canción… contigo de la mano.

Sin meterme en el jardín de la IA —que ya habrá tiempo de comentar en otros artículos—, “Lo más importante” es eso mismo: una toma de tierra. Humana, realista y felizmente no edulcorada. Un disco que nos devuelve al centro, recordándonos que, al final, todos y todas caminamos —y bailamos— hacia el mismo rumbo.