Este domingo, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ordenaba habilitar el puerto de Algeciras (Cádiz) para el desembarco de los 107 náufragos que viajan a bordo del barco español Open Arms. El jefe del Ejecutivo justificaba esta decisión "dada la situación de emergencia que se vive a bordo". Hay que recordar que los migrantes llevan 17 días encerrados en el buque.
Pocas horas después de esta noticia, la ONG rechazaba este ofrecimiento, arguyendo que la situación a bordo es "urgente" y que el puerto de Algeciras es el más lejano Mediterráneo. "¿Quiere que naveguemos 950 millas, unos 5 días más?", se preguntaba en Twitter el fundador del Open Arms, Oscar Camps. "Estas personas necesitan ser desembarcadas inmediatamente", subrayaban fuentes del barco español.
En la linea de Salvini
Sin embargo, mientras se resuelve la vida de estas 107 personas atrapadas en el agua, Vox sigue usando la situación a su favor. Copiando el discurso al ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, desde la formación ultraderechista han acusado a Sánchez de "tomar parte del tráfico ilícito de personas del Open Arms". "Los españoles y los gaditanos no se merecen esto", ha escrito el diputado de los de Abascal por Cádiz, Agustín Rosety Fernández de Castro.
Por su parte, la portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Macarena Olona, ha mantenido ese discurso xenófobo al advertir de que con esta decisión, el presidente del Gobierno en funciones está "convirtiendo a nuestra nación en cómplice de la trata de seres humanos". "Ponte tú de rodillas, pero no nos arrastres al resto de españoles en tu indignidad", ha señalado.