Tiempo de paz
Reafirmando la tesis de Villalobos, la lideresa del rencor ha fustigado, sin embargo, a Mariano Rajoy achacándole que “trata igual a un partido perseguido por ETA que a un partido tutelado por ETA”. No consta que Rajoy tome la decisión que le adjudica Díaz, pero si lo hiciera contribuiría, como es obligación de los presidentes de Gobierno, a normalizar políticamente Euskadi. ¿No se ha enterado todavía la citada resentida que se ha acabado el tiempo en el País Vasco de la violencia como instrumento político y ha llegado el tiempo de la paz y de la política democrática? Los partidos perseguidos hasta el asesinato por ETA fueron dos, no se olvide: el PP y el PSOE.
Pedro J., con Rajoy y Rosa Díez
Si Rajoy hace lo que tanto enoja a Díaz no se equivocará. El error de Rajoy, por el contrario, fue apoyar plenamente a la traidorzuela, hasta convertirla en una heroína de ego infinito. No estaríamos refiriéndonos a ella, si el PP no la hubiera jaleado, ayudado y proyectado en sus televisiones –sobre todo en Telemadrid- y en los periódicos afines como El Mundo. La ambigüedad política de Díaz encaja con la ambigüedad de Pedro J. Ramírez, que está políticamente arrojado a los brazos de la heroína, como no oculta. “Yo voto a Rajoy y votaría también a Rosa Díaz”, declara con cierta solemnidad el director de El Mundo. ¡Menudo paisanaje!