De nuevo, volvemos a vernos sumidos en otro proceso interno de Podemos. No obstante, sin querer restarle importancia a todos los anteriores por los que hemos pasado, este va a marcar el porvenir de nuestros pueblos para la próxima década.

Si desde el principio dijimos que otro modelo de país, que no dejara a nadie atrás, era posible, ahora es el momento de demostrar que otro modelo de municipio también lo es, y tenemos claro cómo lograrlo. El primer paso, sin duda, es poner fin al modelo del ladrillazo que se ha asentado, durante estas últimas décadas, en nuestros municipios.

La comarca del noroeste de la Comunidad de Madrid, probablemente, ha sido vanguardia de nuestro país en desarrollar este modelo por el que ha apostado el Partido Popular. Un proyecto totalmente improductivo con dos variantes: una es la de los pelotazos urbanísticos, a través de los cuales, determinados constructores, con la connivencia de los gobiernos municipales, invertían fondos en suelo recalificado, especulaban con su precio, obtenían ganancias con las ventas y las reinvertían en nuevos pelotazos. La otra variante es la de las mordidas por adjudicaciones en contratos que los ayuntamientos sacaban a concurso. De esta última, todavía resuenan ecos en el día a día de nuestros pueblos, tanto en los juzgados por las tramas Gürtel y Púnica, sobre todo en Collado Villalba por parte de esta última; así como en las arcas públicas, saqueadas y endeudadas por esta forma de gobierno.

Lejos de ser limitados los efectos de estas políticas, han perjudicado de manera drástica las condiciones de vida de la gente de nuestros pueblos: la destrucción del empleo local y de cercanía, ha hecho que los vecinos y las vecinas, se quedaran en el paro o se vieran en la obligación de aceptar un trabajo en condiciones precarias y lejos de su entorno; lo cual, a su vez ha tenido consecuencias como el aumento de la desigualdad, intensificado por el incremento de las rentas de los alquileres; la pérdida de bienestar, entre otras causas, por la ausencia de un plan integral de movilidad sostenible, lo cual ha empeorado la calidad del aire en nuestros municipios y ha mantenido elevados tiempos de desplazamiento entre los hogares y los centros de actividad, situándolos entre los más altos de toda Europa; y además, ha generado una feminización de la pobreza y de la desigualdad, a través de la mayor carga de trabajos ligados a los cuidados y a la reproducción, que han caído a las espaldas de las mujeres, como consecuencia de la mayor precariedad en los núcleos familiares.

Apuesta por la innovación y las energías renovables

Ante el modelo injusto y sin futuro, que ha impulsado el Partido Popular, tenemos un proyecto alternativo para los municipios de nuestra comarca. Un proyecto que tiene como ejes centrales la apuesta por la innovación y la transición hacia las energías renovables como modelo productivo para nuestros pueblos, tal y como ha hecho un ayuntamiento del cambio de nuestra comarca, Alpedrete, dando pasos para garantizar que el 100% de la energía consumida en el municipio sea solar o que los colegios ahorren a través de estas políticas con el proyecto 50/50; impulsar una movilidad verde y sostenible, basada en la inclusión, los modos de movilidad no motorizados, la reducción de tiempos de desplazamiento y la mejora de las conexiones transversales entre los otros pueblos del territorio; la reducción de las desigualdades sociales, ya que a pesar de tener municipios con elevada renta per cápita como Las Rozas, la ausencia de políticas sociales, generan niveles de desigualdad superiores a 0,5 (en el índice de Gini) cercanos a los de países como Honduras; hacer una mayor inversión social a la vez que se reduce la deuda pública, tal y como ha demostrado que es posible otro ayuntamiento del cambio, el de Madrid; un urbanismo que mejore el día a día todos y todas, mediante una planificación que frene el modelo especulativo, reduzca la fragmentación urbana y los desplazamientos, aumente la cercanía y los vínculos vecinales y asegure que podamos disfrutar de municipios 100% accesibles; así como dotarnos de nuevos marcos y políticas medioambientales que garanticen la conservación del patrimonio natural, que tiene un elevadísimo valor e importancia dentro de nuestra comarca.

Transversal y feminista

Pero para poder poner en marcha este proyecto municipalista en 2019, necesitamos un Podemos transversal, feminista y que construya movimiento popular en nuestros municipios.

Transversal, porque sólo poniendo encima de la mesa los problemas de la gente de nuestros pueblos, entendiendo y articulando su pluralidad, seremos capaces de construir una organización que pueda crecer, cuantitativamente y cualitativamente, y que tenga la capacidad de transformar la realidad de nuestros vecinos, tal y como han estado haciendo los ayuntamientos del cambio en estos años.

Feminista, porque si hay una lección que podemos extraer del pasado 8M y de las luchas de las mujeres de este país, es que el cambio político y social vendrá con ellas o no vendrá; por ello, creemos que un Podemos feminista no se tiene que limitar sólo a garantizar la paridad en los espacios orgánicos e institucionales, si no que se tiene que basar en hacer política con perspectiva de género, en todos y cada uno de los ámbitos de lo cotidiano.

Y que construya movimiento popular porque así garantizaremos que las avances políticos, económicos, sociales y culturales que consigamos en nuestros municipios, no sean echados atrás; que independientemente de que exista un Podemos más o menos fuerte, siempre habrá una red asociativa, una comunidad, un pueblo que empujará adelante para que nuestras instituciones mejoren y cuiden de todos y cada uno de nosotros.

En definitiva, en estos procesos internos, no sólo está en el aire la oportunidad de un Podemos más inclusivo y ganador a nivel municipal, está en juego la posibilidad de construir una comarca y una región de las que sentirnos orgullosos, en las que se asegure un futuro de justicia y de bienestar para su gente.

Autores

  • Diputado en la Asamblea de Madrid y candidato a la secretaría General de Las Rozas

  • Candidato a la secretaría general de Collado Villalba