CaixaBank, que ha ganado 996 millones hasta septiembre, un 57,3 % más que en 2014, ha anunciado hoy que eliminará las cláusulas suelo de las hipotecas de todos sus clientes particulares, una medida que afectará a unos 200.000 créditos y que tendrá un impacto anual en la entidad de 220 millones.
En rueda de prensa, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha explicado que el grupo ya ha eliminado de forma "proactiva" el 94 % de las hipotecas afectadas y que en los próximos meses se suprimirán las cláusulas de los créditos restantes. Por tanto, sigue así la estela de otras entidades como BBVA o CatalunyaCaixa, que ya han hecho público este anuncio durante la presentación de sus resultados económicos
Esta decisión afectará aproximadamente a un 15 % de los 1,3 millones de hipotecas que tiene activas CaixaBank, procedentes principalmente de las entidades que el banco catalán ha absorbido en los últimos años, como Banca Cívica o Caixa Girona. Esta decisión se ha tomado tras los buenos resultados obtenidos, gracias a los ingresos bancarios conseguidos por la intensa actividad comercial, reforzada por la incorporación de Barclays Bank y la reducción de un más de un 17% de las dotaciones para insolvencia. Factores que han ayudado a sus resultados económicos, junto a la reducida ratio por morosidad, que se sitúa ahora en el 8,7 %.
Gortázar ha señalado que CaixaBank eliminó primero, en los años 2013 y 2014, las cláusulas suelo que presentaban "defectos de transparencia", y que a principios de este 2015 hizo lo propio con las personas en situación de vulnerabilidad, como establece el código de buenas prácticas del sector al que se acogió la entidad.
La supresión de la cláusula suelo tendrá para el banco que preside Isidre Fainé un coste anual de unos 220 millones de euros, y el 80 % de este coste ya se refleja en los resultados económicos de la entidad, por lo que "no habrá que penalizar cuentas futuras", ha recalcado Gortázar. En ese sentido, CaixaBank no aplicará más cláusulas suelo a sus hipotecas, aunque éstas no tengan efecto retroactivo. Es decir, no devolverá los importes cobrados hasta ahora a sus clientes particulares, a no ser que así lo obligue un juez, al entender que estos importes no se cobraron de forma "inadecuada".