En su columna de ABC,  Hermann Tertsch concluye que lo de Troitiño es “una broma” que forma parte del juego del Gobierno para integrar a ETA en una especie de coalición “inspirada en la muy casta e impoluta II República” que tiene como objetivo imponer su tiranía a “una derecha convertida en minoría” y “despreciar a las víctimas”, consideradas “parte del enemigo”.

"La bobalicona jovialidad pedagógica de Chacón"
 La interpretación que hace Tertsch de las explicaciones de Rubalcaba sobre la actuación en el caso Troitiño es que el vicepresidente esté siendo víctima del “agotamiento, ya que es el único bombero que le queda a un gobierno cuajado de pirómanos, su presidente el primero”. O puede ser también –prosigue- “que intente desmarcarse, de cara a la refriega partidista en ciernes con las primarias, de la bobalicona jovialidad pedagógica que despliega últimamente su rival en el PSOE, la ministra de Defensa, ahora doña Carmen de España”.

El "Fouché español"
Según el articulista de ABC, el “Fouché español” (Rubalcaba) intenta convencernos de que “el único problema que hoy tiene España es el PP, que utiliza el terrorismo” con los ojos puestos en las elecciones. “Últimamente ya no sabe decir otra cosa, como si el agotamiento del Eterno Adolescente de La Moncloa (Zapatero) se le hubiera contagiado al agente hiperactivo y diablillo cojuelo de la política nacional”, afirma Tertsch.

La "agenda oculta" del PSOE
Y es que, en su opinión, “nunca hubo buena fe en la lucha antiterrorista por parte del Gobierno socialista. “El núcleo duro del PSOE siempre tuvo una agenda oculta” que pretendía “transformar este país con un nuevo régimen inspirado en la muy casta e impoluta II República” para acabar con la derecha, con la ayuda de nacionalistas, antisistemas y todos los enemigos del Estado, incluida ETA. “De ahí el desprecio a las víctimas, parte del enemigo. Lo demás son monsergas intimidatorias del diablillo cojuelo”, escribe Hermann Tersch, en ABC.