El Parlamento Europeo ha votado con 459 votos a favor, 147 en contra y 58 abstenciones la condena a las leyes del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, contra el colectivo LGTBi. De los 13 parlamentarios del PP español, 12 se han abstenido y sólo uno, Esteban González Pons, ha dado su respaldo a la resolución europea.

Entre las leyes recientemente aprobadas en Hungría se incluye la prohibición de hablar de homosexualidad con menores en lugares públicos y también su representación en las escuelas y en los programas de televisión, publicidad o cualquier plataforma accesible a los menores de 18 años. El Gobierno de Viktor Orbán ha llegado a vincular la homosexualidad con la pedofilia.

La resolución del Parlamento Europeo considera las leyes húngaras "una violación manifiesta de los valores, principios y el derecho de la Unión" y  "otro ejemplo deliberado y premeditado del desmantelamiento gradual de los derechos fundamentales en Hungría".

La resolución pide congelar los fondos a Hungría

La resolución, consensuada por las principales fuerzas políticas –Izquierda-Populares, Socialdemocrátas, Liberales, y Verdes- pide a la Comisión Europea que actúe de urgencia congelando los fondos europeos a Hungría, hasta 7.200 millones de euros, hasta que dé marcha atrás en su atropello de los derechos fundamentales.

La representación del PP español, encabezado por Dolors Montserrat se ha abstenido en la votación de la resolución, a excepción del eurodiputado Esteban González Pons, que ha votado a favor. La postura del grupo contrasta con la del grueso del Partido Popular Europeo (PPE), que también se ha posicionado a favor de la resolución, menos las delegaciones italiana y francesa, que se han abstenido.

Las razones que alega el PP

Fuentes del PP han justificado su abstención "porque consideramos que la petición de retirada de los fondos perjudicaría al conjunto de la población húngara y no solo a su Gobierno, lo cual no sería justo” y han añadido que “dicho esto, el PP está por supuesto en contra de cualquier tipo de discriminación por razón de orientación sexual”, avanza El País.

Hace un año y medio, el PP se desmarcó de los populares europeos al votar contra una resolución que defendía la necesidad de reforzar la independencia judicial en Hungría y Polonia. Además, no firmó una carta de otros líderes conservadores en la que el presidente del PPE, Donald Tusk, pedía la expulsión del partido de Orbán, Fidesz, de su grupo en la Eurocámara.

En la línea de Vox

Con su abstención este jueves, el PP español se ha alineado con Vox, que ha votado en contra del dictamen de la Eurocámara y respalda la postura de Hungría por "no arrodillarse ante la embestida de la ideología LGTB".

"Las oligarquías políticas y económicas se unen para atacar al pueblo húngaro por no arrodillarse ante la embestida de la ideología LGTB", escribió el líder de Vox, Santiago Abascal, en Twitter.


La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió en el pleno del miércoles que hará lo que tenga que hacer para salvaguardar los derechos fundamentales en Hungría. "Europa nunca permitirá que se estigmatice a partes de nuestra sociedad, ya sea por sus seres queridos, por su edad, su origen étnico, sus opiniones políticas o sus creencias religiosas", afirmó.

Orbán: "Los activistas LGTBI quieren entrar en guarderías"

Orbán ha acusado al Parlamento Europeo y la Comisión Europea de obligarles a dejar entrar a activistas LGTBI y sus organizaciones "en las guarderías y en las escuelas". El primer ministro húngaro acusó a las instituciones comunitarias de invadir una competencia nacional como es la educación. 

El Parlamento Europeo ya instó en 2018 a iniciar contra Hungría el procedimiento previsto en el artículo 7 del Tratado de la Uión que permite suspender el derecho de voto en el Consejo a los países que vulneren los valores fundamentales. Ese instrumento disciplinario, igual que el incoado contra Polonia, sigue bloqueado en Bruselas por falta de la mayoría cualificada necesaria para que vaya adelante.