El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha justificado que los diputados puedan cobrar por sus servicios fuera de la actividad parlamentaria porque sus sueldos “son de los más bajos de Europa”.

Posada, la persona que más cobra de la Cámara Baja, ha recordado a la prensa que los suelos de sus señorías llevan congelados tres años y que las normas de incompatibilidades son muy estrictas, “ser diputado es incompatible con todo, menos llevar su propio patrimonio y dar clases sin cobrar en la universidad”. Los sueldos del Congreso español son los séptimos con respecto al resto de la Unión Europea, encontrándose Alemania a la cabeza.

Estas declaraciones han sido realizadas por Posada tras ser preguntado por los cobros que recibieron los diputados Federico Trillo y Vicente Martínez-Pujalte por asesorar a una constructora privada. El Presidente del Congreso ha señalado que prefiere que se dediquen exclusivamente a su labor parlamentaria pero que hay que ser “flexible” para diputados con poca responsabilidad dentro de su grupo parlamentario.

En España, la Ley Electoral es la que recoge la actividad que pueden realizar sus señorías fuera de la estrictamente parlamentaria pero deja muchas lagunas para la actividad privada ya que las decisiones están supeditadas a la aprobación por la Comisión del Estatuto del Diputado.

Opiniones distintas dentro de la Cámara

Jesús Posada sí que se ha mostrado en contra de relajar estas incompatibilidades, contradiciendo al portavoz del grupo popular Rafael Hernando, que manifestó este jueves ser partidario de “aumentar las compatibilidades de los diputados, establecer regímenes más flexibles que el actual y que permita precisamente compatibilizar esta actividad contras actividades privadas”. Otros grupos como parlamentarios como PSOE o IU, por el contrario, han pedido endurecer el régimen de incompatibilidades.

Tanto Posada como Hernando han matizado sus declaraciones recordando que cualquier actividad que realicen los diputados además de sus labores en el Congreso no debe incurrir en actividades delictivas como el tráfico de influencias, cohecho o prevaricación.