Los últimos acuerdos entre nacionalistas vascos y catalanes con el bloque opositor en el Congreso han alimentado una nueva estrategia por parte del líder popular, Alberto Núñez Feijóo, que, lejos de lo que prometía en los albores de la actual legislatura, se ha acabado convirtiendo en un intento de recular para poder seguir reforzando su poder en el hemiciclo.
Ahora, el líder de los populares se muestra abierto y plenamente accesible a los pactos con los de Puigdemont -Junts- y PNV, algo que se vio especialmente reflejado en materia fiscal cuando las tres formaciones votaron para tumbar el impuesto a las energéticas.
Unos acercamientos que no solo han provocado el rechazo y las advertencias por parte de los más cercanos a ellos, la ultraderecha representada por Vox, sino también en el propio órgano interno del Partido Popular. Desde el partido encabezado por Santiago Abascal han señalado que “Junts es un partido liderado por un prófugo de la Justicia. Un partido golpista que odia a España”. Por parte de la lideresa madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha adelantado de manera tajante su postura al respecto de los recientes acuerdos de Feijóo: “Yo con el nacionalismo no quiero nada”.
Pese a que las desavenencias han partido especialmente de sus iguales, ahora son las dos formaciones nacionalistas con las que Feijóo ha emprendido esta estrategia quienes tratan de pararle los pies y frenar sus aspiraciones legislativas. Por la parte que corresponde a los de Puigdemont, su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, ha defendido que los acuerdos alcanzados con los populares responden a cuestiones meramente “puntuales” y que Junts “no está en ningún bloque español”. “Solo nos interesa Cataluña. Punto. Y para lo que sea bueno para Cataluña allí estaremos”.
Unas líneas similares, aunque algo menos tajantes, son las que han sostenido desde la formación vasca. Su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, ha limitado la relación con el PP a lo “protocolario”. Si bien es cierto que, referente a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2025 que Sánchez anunció para el primer trimestre del año que entra, Esteban ha mostrado algo más de acercamiento con el Ejecutivo central que la que mostró en materia del gravamen a las energéticas: “Creo que hay que generar confianza entre todos los grupos, porque hacen falta todos los votos todo el tiempo. Y si se ha apoyado a un Gobierno creo que hay que darle un Presupuesto. En eso está trabajando el PNV. Y esto aseguraría cumplir gran parte de la legislatura”.
El PNV descarta una “mayoría alternativa”
En línea de los últimos acercamientos con Feijóo, los nacionalistas vascos siguen la senda de sus homólogos catalanes, rechazando teorías que apuntarían a próximas coaliciones o pactos firmes con los populares, e incluso una posible moción de censura. Así pues, señalan que no ven “una mayoría absoluta a la actual por varios motivos: el principal, el factor Vox; otro, este PP tan echado al monte en su pugna con la ultraderecha”. E insisten en que, efectivamente, la relación existente entre nacionalistas vascos y populares “no pasa por sus mejores momentos”.
Lazos entre nacionalistas
No solo en aguar las esperanzas de Feijóo que han ido a más en las últimas semanas, sino también en su postura frente a los socios de gobierno, es donde tanto PNV como Junts encuentran sus lazos. La postura sostenida por Junts respecto a los republicanos catalanes es clara y evidente. Lejos de su apertura con los populares para tumbar el impuesto a las energéticas, se blindan ante ERC a quien acusan de vender sus votos al Ejecutivo de Sánchez.
Un patrón similar es el que se repite en terreno vasco. Por lo que a los tributos a las energéticas se refiere, PNV atacó con contundencia a la oposición -EH Bildu- por apoyar las tasas señalando que estas van “contra el corazón del autogobierno vasco y es una carga de profundidad a futuro para el Concierto Económico”.