El PSOE madrileño empieza a mostrar sus cartas. Las elecciones autonómicas tienen nombre y apellidos: Ángel Gabilondo, mientras que los comicios municipales son cosa de tres, tal y como han informado los respectivos equipos a lo largo de la mañana.
Pepu Hernández, candidato predilecto por el núcleo fuerte de Ferraz, presentó el pasado lunes 531 avales, el máximo permitido por la comitiva. A él, se han sumado Chema Dávila con 370 y Manuel de la Rocha con 450. Superan así el umbral necesario, fijado en 266. Serán tres, y no cuatro (Marlis González no ha conseguido recoger las firmas necesarias), los candidatos que se presentarán a las primarias para liderar a los socialistas en Madrid.
Las diferencias entre las partes son palpables. Hernández, favorito para todos los analistas políticos, viene del mundo del deporte y se presenta como un hombre capaz de liderar proyectos y gestionar equipos. Contra él, un De la Rocha que vuelve primera línea después de gobernar en Fuenlabrada en 1979 y ser consejero de Educación e Igualdad del Gobierno de la Comunidad entre 1983 y 1985, y Chema Dávila, concejal socialista en activo. Pasado, presente y ¿futuro?
Presiones internas
Han empezado las demostraciones de fuerza, las apuestas y las peticiones de debate lanzadas por los elegibles. Sin embargo, la política, sobre todo en campaña, suscita intereses enrevesados, pactos entre las partes y presiones ominosas.
A pesar del tirón y del gancho electoral que atrae consigo la figura del exseleccionador nacional, respaldado por Sánchez, sus rivales se presentan optimistas, ya que los avales no tienen por qué convertirse en votos. Así lo ha afirmado De la Rocha, que ha puesto sobre la mesa que le ha costado reunir avales porque algunos compañeros de la delegación le han reconocido haber recibido presiones para mantenerse al margen y dificultar su entrada a la pugna electoral.
Serán los afiliados madrileños quienes decidan, el próximo 9 de marzo, como ya adelantó ElPlural.com, a quién prefieren como piloto del proyecto socialista para luchar por una mayoría de izquierdas encabezada por ellos y no por Manuela Carmena.
