Lagarder Danciu es conocido por sus protestas y denuncias contra los grandes partidos y muchas de las personalidades de la política española. El Activista rumano ha denunciado la situación de abandono que muchas personas sufren a consecuencia de la burbuja del alquiler en ciudades como Barcelona.

Este activista, que se autocalifica como “sin techo”, ha utilizado la historia de Ricard, un pensionista de 69 años. Después de décadas de trabajo, se ve ahora con una pensión mínima y obligado a dormir en la calle desde hace un mes por no poder encontrar una habitación por 200 euros, lo máximo que puede permitirse.
 

Según el Ministerio de Trabajo, la pensión media en Cataluña se ha situado en el primer semestre del año en los 973,79 euros, cifra que se reduce a los 380euros como máximo, si nos fijamos en las pensiones no contributivas. Hace un año, el portal inmobiliario Idealista.com ya situaba el precio medio de una habitación en Barcelona en 426 euros al mes.

En consecuencia, un pensionista medio debe destinar casi el 45% de sus ingresos a pagar una habitación, sin olvidar otros gastos básicos como comida, ropa o electricidad. Situación que se agrava para las personas con las pensiones más bajas y que, prácticamente, quedan destinadas a vivir de la caridad.
 


ElPlural.com se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona, que dice no poder proporcionar información sobre casos concretos. Sin embargo, aseguran que han “denunciado reiteradamente” la situación de pensionistas y otros colectivos sin acceso a la vivienda, a lo que añaden que ellos fueron la primera administración en hablar de los alquileres como un problema y en crear un índice oficial de los alquileres.

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En cuanto a medidas concretas, el consistorio de Ada Colau ha asegurado a este diario que intenta mejorar las situación de personas como Ricard con “ayudas sociales, bonos para el suministro energético, centros con servicios para personas mayores o comedores sociales”.  De hecho, proximamente se votará la creación de una reserva del 30% de las nuevas promociones de pisos para el alquiler social.

Llama la atención que este tipo de situaciones se produzcan en una ciudad gobernada por una de las fundadoras de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), a pesar de que la asociación ‘rompiera’ en 2015 con Ada Colau por no haber hecho  “todo lo necesario para acabar con los desahucios” en la ciudad condal.

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Lo cierto es que, por el momento, hay muchas personas como Ricard que, después de trabajar toda su vida, se ven abocadas a dormir en las calles de ciudades como Madrid o Barcelona en pleno proceso de gentrificación.