El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a las elecciones generales, Pedro Sánchez, ha reconsiderado su postura y participará en el debate electoral programado por Atresmedia para el próximo martes, 23 de abril. Sánchez también participará en el debate del lunes en TVE.

Según ha informado Ferraz en un comunicado, Sánchez ha trasladado al Comité Electoral del PSOE que, ante la posibilidad real de que no hubiera ningún debate, hiciera efectiva su aceptación a asistir a los debates propuestos tanto por RTVE como por Atresmedia.

"Los españoles tienen derecho a escuchar a los candidatos debatir sus propuestas para España y, ante la posibilidad real de que no hubiera ningún debate, ha solicitado a sus compañeros que hagan efectiva su aceptación a asistir a los debates propuestos tanto por RTVE y Atresmedia. El Comité Electoral ha dado el sí a la propuesta de Pedro Sánchez", sostiene el texto. 

 

Sánchez defendió este jueves en una entrevista en Onda Cero la decisión de acudir sólo al debate en RTVE porque entre un medio público y uno privado, hay que priorizar al público y porque éste, al dar la señal en abierto para que otros medios de comunicación puedan emitirlo, garantizaría una mayor difusión y audiencia.

Lo hizo tras desatarse la polémica tras la decisión de la presidenta de RTVE, Rosa María Mateo, de contraprogramar a Atresmedia pasando la fecha inicialmente propuesta para el debate en la pública del 22 al 23, siguiendo los deseos del PSOE. Este movimiento desató las críticas de los partidos pero también de los trabajadores del ente público

Sánchez reconoce en el comunicado difundido este viernes que hubiera preferido realizar "un único debate" entre las principales formaciones estatales que concurren a las elecciones.

Lamenta, dice, que ni partidos ni los distintos partidos y operadores públicos y privados hayan podido alcanzar un acuerdo para organizar una "única emisión televisiva tal y como es la norma internacional repetida en todas las democracias avanzadas del mundo".

Se necesitan acuerdos 

Sánchez explica, asimismo, que no quería permitir que el PSOE fuera el que impidiera el consenso con el resto de las fuerzas implicadas, ya que PP, Unidas Podemos y Ciudadanos estaban de acuerdo de ir a dos debates. "España necesita grandes acuerdos y mayorías", dice reconociendo que, al cambiar su postura, el PSOE "no podrá ser acusado nunca de impedir la celebración del debate, aunque lo considere un manifiesto error impropio de una democracia establecida".

Agrega que los debates electorales entre candidatos a la presidencia del gobierno son para el PSOE un compromiso con los ciudadanos asumido desde que, en 1993, Felipe González aceptó, siendo presidente del Gobierno, la celebración del primero de ellos en nuestra democracia. "Desde esa fecha, nunca un candidato socialista ha rechazado la celebración de debates en las diferentes campañas que han tenido
lugar desde esa fecha", admite.

El PP, en cambio, destaca, rechazó celebrarlos en los años 1996, 2000 y 2004. En 2015 pactó con la cadena privada que lo organizaba no ser representado por su candidato a la presidencia. En 2016, de nuevo, el PP rechazó la celebración de un debate cara a cara entre los cabezas de lista de los dos principales partidos.

Recuerda Sánchez que el acuerdo inicial entre todos fue el de participar en un único debate 'a cinco', en el que se incluyera a Vox, en Atresmedia, una opción truncada por la prohibición de la Junta Electoral Central, que llegó a la conclusión de que incluir a Vox antes que a otros partidos rompía el necesario principio de proporcionalidad.

Con esa restricción, "la voluntad del PSOE fue entonces la de primar la emisión del debate a 4 propuesto inicialmente por la televisión pública frente a la posterior cesión del privilegio a un canal privado", señala.

"Un debate presidencial abierto a todos los españoles convocados a las urnas forma parte del mínimo sentido democrático. A la vista de todo lo acaecido parece evidente la necesidad de buscar un marco regulatorio que facilite su celebración ordenada y recurrente e impida la creación de innecesarios conflictos entre los partidos y los operadores televisivos", reflexiona el presidente del Gobierno. 

El candidato termina su exposición de argumentos confiando en que su participación en los dos debates sirva para "movilizar a los indecisos, además de mostrar a los españoles las mentiras, la demagogia y las insidias con las que se emplean los líderes de las derechas para atacar al candidato socialista".