En un auto dictado este miércoles, el juez ordena también que se libre una comisión rogatoria a las autoridades norteamericanas para tomar declaración a otros dos militares de EEUU -un comandante y un jefe de Brigada-, al considerar que podrían haber trasmitido la orden de atacar el Hotel Palestina en el que se alojaban los periodistas, informa EFE.

Los presuntos responsables
El juez considera que la persona que dio la orden directa de disparar al hotel fue el teniente coronel Philip de Camp, orden que trasmitió al capitán Philip Wolford, que, a su vez, y como mando de la Unidad de Blindados, autorizó el ataque a quien efectuó el disparo materialmente, el sargento Thomas Gibson.

Estos son los tres militares a los que Pedraz procesa por tercera vez por un delito contra la comunidad internacional y homicidio, después de que la Audiencia Nacional revocara el procesamiento de los mismos en dos ocasiones, en mayo 2008 y en julio de 2009.

Una fianza de un millón de euros
Pedraz les ha impuesto en esta ocasión una fianza de un millón de euros en concepto de responsabilidad pecuniaria, que deberán abonar en 24 horas o de lo contrario serán embargados sus bienes por ese valor.

Imputa a sus responsables
El magistrado añade ahora como imputados por el ataque al Hotel Palestina a los superiores de los procesados en la cadena de mando, al jefe del Cuartel General y comandante de la Tercera División de Infantería, Buford Blount, y al Jefe de la Segunda Brigada de esta misma división, el coronel David Perkins.

La misión de impedir que se informara
Según el juez, la Tercera División tenía la misión de "evitar que los medios de comunicación internacionales informaran sobre las operaciones militares en curso en la toma de Bagdad".

"Se ignora qué autoridad superior norteamericana (militar o política) planeó la operación de evitar que los medios de comunicación informaran; si bien la misma pudo ser dada para su ejecución" a Blount y, sucesivamente, a Perkins, señala el magistrado.

Pudieron apreciar con total claridad quiénes estaban en el hotel
En concreto, el juez concluye que el personal que manejaba el carro de combate desde el que se disparó al cámara de televisión José Couso pudo apreciar "con total claridad" a las personas que se encontraban en ventanas y balcones del Hotel Palestina y los objetos que portaban.

Couso era una persona protegida
Asimismo, el auto indica que "no cabe duda de que José Couso era persona protegida", según el Código Penal y el Convenio de Ginebra, que engloban en este concepto a la población civil, de la que forma parte el colectivo de periodistas.

Una ocupación ilícita
Pedraz asegura que no resultó lícita la ocupación de Irak, ya que ni existían armas de destrucción masiva, ni el régimen iraquí protegía terroristas o daba cobertura a miembros de Al Qaeda, ni compró material a Niger, aunque reconoce que es una cuestión que no puede tenerse en cuenta en el presente caso.