Si usted es funcionario es posible que se acuerde de que el Gobierno de Mariano Rajoy anuló su paga extra en 2012 y que, antes de las elecciones generales de 2015, el mismo Gobierno prometió que devolvería íntegra esta extra. Eso sí, si ganaba las elecciones, según llegó a decir el propio Rajoy en un alarde de desparpajo. Pues bien, a día de hoy, con la primavera de 2016 ya instalada en nuestras vidas, no hay ni rastro de esta devolución.

Y eso que, según repite Rajoy, al final ganó las elecciones. Pero no como le gustaría, y quizás por ello el Gobierno siga castigando a los funcionarios, a quien debe el 48,77% de la paga extra. Lo que viene a ser una media de 750 euros por funcionario, una cantidad nada desdeñable.

A la devolución, que se iba a sumar al 1% de la subida salarial que contemplan los presupuestos de este año, ni está ni se le espera. Aún no hay fecha fijada para su devolución, ni tampoco se ha establecido dónde se pagará.

Sin embargo, la excusa para no ir al Congreso, ese argumento de que el Gobierno está “en funciones”, no sirve aquí, porque ya está contemplada en los Presupuestos de 2016, los mismos que Rajoy se empeñó en aprobar por su cuenta y riesgo, en lugar de esperar al resultado electoral, como es tradición y de sentido común.

Se trata de una decisión de gasto que ya está contemplada y que, según destaca El Confidencial Digital, afecta a más de 200.000 empleados. En número, supone un gasto para el Estado de 160 millones de euros, si nos atenemos a esa media de 750 euros por funcionario.

Sin embargo, en fuentes de Hacienda consultadas por el medio, no descartan que el Gobierno vuelva a jugar con esta devolución de cara a una repetición de las elecciones. De no formarse un nuevo Gobierno con los resultados del 20 de diciembre, el Ejecutivo de Rajoy aceleraría los trámites para efectuar el pago en nómina en los tres próximos meses (marzo, abril o mayo).

Fue el propio Gobierno el que se metió en un jardín innecesario, pues la devolución de la otra mitad de la paga extra estaba prevista que fuera también en dos pagos, que se realizarían en marzo y septiembre de 2016. Pero en noviembre de 2015, con la campaña electoral en pleno calentamiento, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, aseguró que iba a devolverse la cantidad restante y en un solo pago. Fue entonces cuando Rajoy también insinuó que lo harían si su partido ganaba las elecciones.

La falta de sutileza llegó incluso a ser comentada por el diario La Razón, poco sospechosos de criticar a Rajoy y su Gobierno, que reconoció el electoralismo que se escondía tras la promesa. “El Gobierno de Mariano Rajoy es consciente de la importancia del colectivo de empleados públicos para ganar las elecciones generales -se leía en el diario de Marhuenda-, y las últimas decisiones a favor de los funcionarios así lo atestiguan. Con el objetivo de recalar votos entre estos casi tres millones de trabajadores, el Ministerio de Hacienda se comprometió ayer con los principales sindicatos de la función pública”.