El diputado de EH Bildu en el Congreso Oskar Matute ha respondido con dureza a las declaraciones del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien afirmó que su “cordón sanitario” tras unas hipotéticas elecciones generales se aplicaría contra EH Bildu y no contra Vox.
La reacción de Matute se ha producido a través de un mensaje publicado en la red social X, en el que cuestiona la credibilidad política del presidente del PP y recuerda una de las polémicas más recientes que han rodeado a la dirección popular: los mensajes intercambiados entre Feijóo y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, durante la DANA que provocó graves inundaciones y víctimas mortales.
“Así con la verdad por delante”, escribe Matute, aludiendo de forma irónica a la afirmación de Feijóo de que estuvo informado desde el primer momento de la gestión de la catástrofe. Unas declaraciones que chocaron con la información conocida posteriormente sobre esos mensajes privados, y que, según el diputado abertzale, minan la fiabilidad del discurso del líder popular. “Cualquiera se fía”, añade.
Más allá de la crítica concreta, Matute convierte el señalamiento del PP en una reivindicación política. “En todo caso, ser su némesis es un honor para la izquierda soberanista e independentista vasca”, afirma, situando a EH Bildu como antagonista ideológico de la derecha española. El mensaje se cierra con una expresión en euskera —Gu beti faxismoaren kontra! (“Siempre contra el fascismo”)— acompañada de un gesto de puño en alto.
Las declaraciones de Feijóo, se produjeron en un acto público en el que aseguró que EH Bildu sería el objetivo de su exclusión política, “como siempre ha sido en democracia”, evitando incluir en ese veto a Vox. Esta posición ha provocado críticas desde distintos sectores progresistas, que interpretan el discurso del PP como una criminalización selectiva de la izquierda mientras se normaliza a la extrema derecha.
EH Bildu es una formación con amplia representación institucional, tanto en el Congreso de los Diputados como en parlamentos autonómicos y ayuntamientos, y ha incrementado su peso político en los últimos años. Desde el espacio soberanista se subraya que el uso recurrente de Bildu como enemigo político responde a una estrategia de confrontación simbólica, destinada a movilizar al electorado conservador y a desplazar el foco del debate sobre los pactos del PP con Vox.
El cruce de declaraciones evidencia, una vez más, la polarización del escenario político estatal, donde el Partido Popular busca marcar distancias con la izquierda mientras mantiene una ambigüedad calculada respecto a la extrema derecha. Frente a ello, EH Bildu reivindica su papel como fuerza de izquierda, soberanista y antifascista, asumiendo el enfrentamiento con la derecha como parte central de su identidad política.