El Gobierno de Castilla-La Mancha que preside desde 2011 María Dolores Cospedal, es a los periodistas lo que para los escolares un puesto gratuito de chuches en el patio de recreo. Y es que la también secretaria general del PP no deja de sorprendernos un día sí y otro también. No contenta con obligar a los médicos residentes del hospital de Guadalajara a asistir a una conferencia sobre el aborto impartida por un cura próximo al Opus Dei, como informó ELPLURAL.COM, ahora se saca de la manga un “código ético” basado en “la existencia de una verdad en el orden moral” que, entre otras cosas, prohíbe a los profesionales de la sanidad castellano-manchega “hacer gestos o ademanes insultantes” al estilo de la “peineta” de Aznar. Otra cosa es la peineta en procesiones y actos vaticanos. Aquí, Cospedal es la primera en exhibirla.

Código ético del SESCAM.



Dadme un dedo y mosquearé al mundo
Pero si a José María Aznar le basta con un dedo para mosquear al mundo (al menos a los estudiantes de Oviedo), el consejero de Sanidad del Gobierno de Cospedal, el ínclito José Ignacio Echániz, necesita tres folios y colgarlos en la intranet del Sistema de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) y denominarlo “código ético de buenas relaciones profesionales y personales” para cabrear a todos los trabajadores, que a través de sus representantes sindicales consideran esta guía un documento  “ultramontano y rancio”, según CC OO, al mismo tiempo que lo cataloga de  “subjetivo y que nadie tiene porqué compartir, ni mucho menos acatar”.

Nuevo catecismo moral del PP
El sindicato considera el texto absurdo, “impropio de una sociedad avanzada y de un Estado de Derecho, como es pretender regular las relaciones laborales en base al particular ‘orden moral’ de los redactores del ‘código’, que no lo han consultado con nadie”. Y es verdad, porque lo que el Gobierno del PP dice ser una “carta de valores”, en total 15,  no deja de ser una declaración de intenciones peregrina y preocupante que guarda cierta similitud con el catecismo católico, condenando “conductas inapropiadas”, “uso de malas artes” o el llamamiento epistolar para “respetar a mis compañeros como a mí mismo”. Enunciados muy parecidos y recogidos en ciertos textos franquistas de urbanidad y civismo.

Código ético del SESCAM.



Ver, oír y callar
Según CC OO, el código también se ocupa de tapar la boca a cualquier expresión crítica. “Así, por ejemplo, obliga a los trabajadores a aceptar las disposiciones de los supervisores y a abstenerse de emitir opinión y críticas”. Para el sindicato, el texto “resulta risible”, si no fuera porque los trabajadores deben acatarlo, a la vez que apremia a los dirigentes del SESCAM a cumplir buena parte de los preceptos que quieren imponer a los demás, “como respetar  y no usar astucias ni trampas para perjudicar a los trabajadores; informar de forma veraz y transparente y completa, y no usar malas artes”, concreta.

“Menos doctrina y más medicina”
Rechazo también secundado por el PSOE, cuya portavoz regional, Cristina Maestre, aseguraba en declaraciones a ELPLURAL.COM que el Ejecutivo de Cospedal pretende “impartir moralina”, algo propio de un gobierno “casposo”. De ahí su indignación porque el consejero Echaniz se dedique a estas cosas mientras está desmantelando la sanidad pública y pide a los dirigentes del PP “menos doctrina y más medicina” y  tener “menos discurso moral y apoyar más la política social”.