Este jueves, el juez Fernando Andreu llamó a la Audiencia Nacional a responsables de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos para coordinar sus acciones tras los atentados en Cataluña y evitar fallos como la falta de coordinación en el intercambio de información y en sus actuaciones, como los que han quedado evidenciados con la ficha policial del cerebro de los atentados, el imán Abdelbaki Es Satty.

Investigado en 2005 por trabajar para Al Qaeda
Increíblemente, el nombre de Abdelbaki Es Satty no aparecía vinculado al terrorismo yihadista, a pesar de que en 2005, doce años antes de los atentados en Barcelona y Cambrils, la Policía pinchó su teléfono por colaborar con Al Qaeda.

Según adelanta hoy ABC, el juez Fernando Grande-Marlaska autorizó a la Policía Nacional intervenir el teléfono de Es Satty porque estaba vinculado con dos organizaciones terroristas integradas en la red de Al Qaida, Ansar Al Islam y el Grupo Islámico Combatiente Marroquí. Éste último, responsable de los atentados del 11-M en Madrid.

El juez explicó en su auto que Es Satty “puede actuar como intermediario a la hora de dar apoyo logístico para las redes terroristas, al mantener contactos con ciudadanos árabes que se dedican a la falsificación de documentación en el ámbito de la delincuencia común, con el objetivo de dar cobertura a la salida de elementos terroristas por territorio español y europeo”.

Esa causa, en la que se investigó a Es Sarry por darle cobertura a terroristas de Al Qaeda, se denominó Camaleón y la inició el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Fue seguida por Grande-Marlaska durante una excedencia de Garzón.

Es Satty escapó a la Justicia
Es Sarry apareció, además, en otra causa denominada Chacal por su integración en una célula presuntamente terrorista de Vilanova i la Geltrú.

Sin embargo, el juez Baltasar Garzón, que retomó la causa, no pudo procesar a Es Satty, en octubre de 2007. Incluso los condenados en aquel caso consiguieron que se anulara en 2011, tras recurrir al Tribunal Supremo. Todos los implicados quedaron en libertad.

El alto tribunal consideró que hubo pinchazos telefónicos sin autorización judicial y que algunas declaraciones se obtuvieron “bajo presión”. Además, que las acusaciones eran “vagas, imprecisas y notoriamente especulativas”.

Traficante de drogas y una orden de expulsión
El 1 de enero de 2010, Es Satty fue detenido en Ceuta con 121 kilos de hachís. Ingresó en una prisión en Castellón y un año después fue condenado a cuatro años y un mes de cárcel.

Antes de salir de prisión, en abril de 2014, la Audiencia Nacional decretó orden de expulsión contra él, pero Es Satty recurrió y el juez de lo Contencioso Pablo de la Rubia revocó su expulsión.

El Mosso no encontró nada, pero no preguntó a Interior
En las bases policiales, no aparecía la relación de Es Satty con el terrorismo, sino sólo su implicación en el tráfico de drogas. Por ese motivo el cargo de los Mossos que fue informado por una Policía local en Bélgica de sus sospechas sobre Es Satty, en enero de 2016, no encontró nada cuando buscó alguna referencia sobre este marroquí.

El responsable de los Mossos, sin embargo, tampoco está libre de responsabilidad, ya que no preguntó por Es Satty al Ministerio del Interior.

Hoy sabemos que los Mossos encontraron la documentación del imán en la primera inspección ocular de los escombros tras la explosión en la casa de Alcanar, la noche antes del día de los atentados, según publica El Independiente. También una nota escrita por Es Satty que los Mossos no tradujeron hasta después de los atentados, porque se aferraron a su versión de que se trataba de un laboratorio donde se fabricaba droga.