La comida portarior a la jura de la Constitución de Leonor ha dejado una imagen curiosa. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparten mesa junto a los reyes, los dos padres de la Carta Maga que aún viven y las altas esferas del poder judicial.

Así, y antes del discurso que ha pronunciado Felipe VI, se ha popido ver como la princesa se ha sentado junto a Miquel Roca y Miguel herrero, Padres de la Constitución y rodeados de la segunda y tercera autoridad del Estado: la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el presidente del Senado, Pedro Rollán

A continuación, en el lado izquierdo se ha sentado Felipe VI y al derecho la reina Letizia. A ellos, les seguía el presidente del TC, Cándido C. Pumpido, y el del Tribunal Supremo en sustitución, Francisco Marín. Completaban la mesa la infanta Sofía y Alberto Núñez Feijóo.

¿Por qué está Feijóo?

El papel del líder de la oposición en España es un tema que, a primera vista, puede resultar ambiguo y desprovisto de regulación legal precisa. Aunque ostenta un estatus de liderazgo en el ámbito político, se trata de un cargo honorífico que ha sido transmitido de líder a líder a lo largo del tiempo, sin una base normativa sólida. La figura del líder de la oposición fue oficialmente establecida en 1982 a través de una resolución de la Mesa del Congreso de los Diputados, pero, a día de hoy, carece de una regulación exhaustiva. A pesar de que es previsible que Sánchez sea investido presidente la semana que viene y que no existe un líder de la oposición como tal puesto que el Gobierno está en funciones, se ha usado la fórmula del resultado de las elecciones de 2019 en las que el PP fue segunda fuerza y durante estos cuatro años ha ejercido el liderazgo de la oposición. Por ello, el presidente del PP ocupa este lugar en la mesa e incluso durante el besamanos ha tenido un papel mucho más destacado en el orden en el que han ido apareciendo los invitados si lo comparamos con el resto de portavoces de los grupos en el Congreso.

El término "líder de la oposición" en el contexto político español fue consagrado por un acuerdo de la Mesa del Congreso el 28 de diciembre de 1982. En ese momento, Manuel Fraga fue el primero en ser oficialmente reconocido como líder de la oposición, durante el Gobierno de Felipe González. Sin embargo, es importante destacar que este reconocimiento carece de formalidades y nombramientos específicos. En el marco legal, el líder de la oposición se encuentra ubicado en el Real Decreto 2099/1983, que regula el orden de precedencia de las diversas autoridades del Estado, siendo catalogado justo por delante del alcalde de Madrid.

El líder de la oposición debe cumplir ciertos criterios, siendo uno de ellos la preeminencia numérica de efectivos parlamentarios en su partido. A diferencia de otros cargos, no se requiere un nombramiento formal ni plantea problemas de compatibilidad. Aunque no recibe un salario específico, puede disfrutar de ciertos privilegios, como gastos de representación y la disponibilidad de un vehículo, además de recibir atención mediática destacada durante las sesiones parlamentarias, como el Debate sobre el Estado de la Nación, que se celebra anualmente.

A pesar de la ausencia de una ley que defina sus funciones, es costumbre que el líder de la oposición se reúna con el presidente del Gobierno en reuniones informativas. Sin embargo, estas reuniones dependen en gran medida de la voluntad del presidente en ejercicio. Además, el líder de la oposición ocupa un lugar destacado frente al presidente del Gobierno en el Congreso y dispone de un despacho en la primera planta de dicho edificio.

Es importante destacar que el líder de la oposición no está obligado a ocupar un escaño en el Congreso. Ha habido casos en los que líderes de la oposición, como Antonio Hernández Mancha, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, no eran diputados en el Congreso, aunque en algunos casos ocupaban escaños en el Senado.

A pesar de su ambigüedad y de la falta de regulación legal, el líder de la oposición en España desempeña un papel significativo en la política nacional, influyendo en la toma de decisiones y actuando como contrapeso al poder del Gobierno en funciones.