El constante 'tira y afloja' en el que se habían sumido las Islas Baleares tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo por fin ha llegado a su fin. La candidata del Partido Popular, Marga Prohens, ha sido investida como presidenta balear con los 25 votos a favor de su partido y la abstención de los ocho diputados de Vox. La ultraderecha no entrará en el Ejecutivo autonómico, pero su abstención no será gratuita: los de Abascal sí estarán presentes en los Consells insulares de Mallorca y Menorca, y una de sus exigencias para suscribir el acuerdo de gobierno, basado en 110 puntos programáticos, ha sido que el PP claudique en puntos como la violencia machista o los derechos LGTBI.

El documento que ha facilitado el acuerdo, suscrito por ambos partidos, desarrolla las cinco líneas básicas acordadas por las dos formaciones el pasado 19 de junio de 2023: "preservar la libertad, el desarrollo económico, las mejoras de los servicios sociales y la sanidad pública, la protección de la mujer y la seguridad de los ciudadanos de Baleares"; y garantiza que se cumplirá el programa con el que el PP concurrió a las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Para asegurarse de que los puntos del acuerdo que giran en torno al universo de la extrema derecha se cumplen, Vox impulsará la creación de una Comisión de Seguimiento que se reunirá periódicamente para evaluar el grado de cumplimiento y ejecución de cada una de las medidas pactadas y revisará las acciones legislativas previstas por el Govern. 

Tal y como se ha expresado en líneas anteriores, Vox estará ausente en el Gobierno balear, pero sí que estará presente en los Consells de Mallorca y Menorca. Así lo suscribieron las direcciones de ambos partidos en las islas mencionadas, donde la extrema derecha apoyará las investiduras de Llorenç Galmés como presidente del Consell de Mallorca y la de Adolfo Vilafranca como presidente del Consell de Menorca, respectivamente, incorporando a la formación de Abascal en las instituciones insulares. A su vez, a través de un comunicado, el Partido Popular agradeció a Vox su predisposición para alcanzar "un acuerdo que respeta el mandato de los ciudadanos en las urnas" y la "voluntad de cambio para las Islas", pasando por alto la mencionada Comisión de Seguimiento y la imposición de sus puntos más reaccionarios como condición sine qua non para dejarles gobernar.

Derogar la Ley Trans y negar la violencia machista: Así ha llegado Marga Prohens al Govern balear

Vox no ha vendido barato que el PP gobierne en solitario. Los más de cien puntos para "luchar contra las políticas socialistas y separatistas" contienen algunos especialmente polémicos y que suponen significativos retrocesos sociales. El PP se ha visto obligado a tragar con el discurso de la extrema derecha en cuestiones de derechos sociales, como el "apoyo a la familia tradicional", la negación de la violencia machista y su correspondiente sustitución por la famosa violencia intrafamiliar, un "incremento de la mano dura hacia la inmigración ilegal" o la derogación de la Ley Trans

Por una parte, el acuerdo aboga por la creación de "un plan de choque para luchar contra la inmigración ilegal", consistente en la identificación de las personas que se encuentren en situación irregular para su posterior deportación a sus países de origen, y por la identificación de los agresores sexuales para "establecer un perfil reincidente" en este tipo de ataques, sin incurrir exactamente en cuáles serán los factores que se tomarán en cuenta para la elaboración de dichos perfiles. 

Por otro lado, el PP ha comprado también el marco de Vox en "la defensa de la cultura de la vida frente a la eutanasia” y eliminarán también las subvenciones a quienes, según el partido de extrema derecha, "operen con fines ideológicos". Dentro del apartado de políticas sociales y familia, el PP también se monta en el argumentario de Vox y exige, pese a no tener competencias autonómicas en la materia, derogar la ley trans y la ley autonómica "para garantizar que las mujeres estén y se sientan protegidas en espacios de intimidad, como vestuarios o baños, así como en el ámbito del deporte”.

En materia económica, ambos partidos guardan bastantes más similitudes que desacuerdos, al tener una base neoliberal en diferentes grados: las bajadas de impuestos generalizadas, la eliminación del Impuesto de Sucesiones y la supresión progresiva del Impuesto de Patrimonio son algunos de los puntos clave de este apartado. En general, medidas que beneficiarán los bolsillos y la situación económica de las rentas más altas de la región, y que repercutirán en las infraestructuras públicas al disminuir la recaudación. 

De esta manera ha alcanzado Marga Prohens el poder: siendo investida en mayoría simple, con más síes que noes, y con un Vox que ha vendido muy cara su abstención. La ultraderecha no estará formalmente en las instituciones autonómicas baleares (sí en los Consells de Mallorca y Menorca), pero su huella y su vigilancia serán férreas. Así, Vox tendrá influencia y peso en el Ejecutivo balear, dadas las condiciones y el contenido del acuerdo y con el fantasma de la Comisión de Seguimiento rondando alrededor de la cabeza de Marga Prohens.