La cantante Madonna, 58 años en plena forma, entró en campaña la noche del miércoles, mientras se celebraba el último debate entre Hillary Clinton y Donald Trump. Y lo hizo sin cortarse, en favor de Hillary, para la que pidió el voto a cambio nada menos que de ‘sexo oral’.

Había acabado ya su intervención como telonera y estaba dando paso a su amiga Amy Schumer, una humorista y actriz, especializada en monólogos en los que, por cierto, no se corta al hablar contra Trump, cuando la cantante hizo una promesa que sorprendió a todos:

"Bueno, me voy ya para que venga alguien mucho más divertido que yo que está a punto de pisar el escenario… Pero señoras y caballeros, déjenme no obstante que les diga algo más antes de presentar a esta genio de la comedia. Si votáis por Hillary Clinton, os haré una 'mamada'… Sí…  Os prometo, y yo soy buena. Muy buena. No soy ninguna patosa y me lo tomo muy en serio. Soy de las que miran a los ojos mientras lo hace y de las que se lo traga”

Entre el público, aplausos y risas.