“Libre, libre quiero ser, quiero ser, quiero ser libre...y sino cocinero”. De actualizar la canción del trío rumbero 'Los Chichos', más o menos la letra quedaría de esa forma. Y es que el comité de empresa y la junta de personal de la Administración General del Estado (AGE) en Ciudad Real ha denunciado la falta de cocineros en las cárceles de Herrera de La Mancha (Manzanares) y Alcázar de San Juan que lleva, incluso, a los presos a eleborar sus propias comidas, según denuncia la presidente del comité de empresa, María del Carmen, que junto a una decena de funcionarios de presiones se concentraron frente a las puertas de la Subdelegación del Gobierno para exigir soluciones a “este grave problema”.

Presos de noche, cocineros de día

Martínez, en declaraciones a los medios de comunicación recogidas por Efe, asegura que “no es de recibo que se deje en manos de los presos la elaboración de las comidas durante los fines de semana y festivos, así como en el periodo vacacional en la cárcel de Herrera de la Mancha”. Un tanto de lo mismo sucede en el centro penitenciario de Alcázar de San Juan, donde “durante los tres últimos años todos los días sean los internos los que realicen las comidas”. La presidenta del comité de empresa recuerda que en esas cocinas se preparan diferentes tipos de dietas (hasta siete menús) por problemas de salud o por credos religiosos que hacen necesario el control y la dirección de las cocinas por parte de personal cualificado.

¿Y si hay un brote de salmonelosis? 

El malestar de los funcionarioz de prisiones por la falta de cocineros en estos dos centros penitenciarios les lleva a advertir de los riesgos que pueden producirse por esta situación. En este sentido, la presidente del comité se pregunta “¿qué pasaría si ocurre una salmonelosis y hay que evacuar a cien presos al hospital?”. En parecidos términos se expresa el presidente de la junta de personal, Sergio Molina, del sindicato CSIF, las protestas y la concentración en nombre de todos los sindicatos que conforman los citados órganos de representación del personal, están más que justificadas ante “las graves repercusiones que se pueden derivar de esta anómala situación” en ambas prisiones, con medio millar de presos, algunos incomunicados y a que “hasta ahora parecen hacer oídos sordos los gestores del ministerio del Interior y en particular la secretaría general de Instituciones Penitencias”.

Un plazo de dos semanas

Los convocantes de la concentración, que no descartar reeditar nuevas protestas si el Ministerio del Interior no toma cartas en el asunto, aseguran que han llegado a este extremo tras concender al subdelegado del Gobierno en Ciudad Real un plazo de quince días, que una vez concluido y sin respuesta a sus reivincidaciones, les ha llevado a convocar estas protestas. Los concentrados han reclamado contrataciones urgentes, como en este caso, y que la ley permite para situaciones excepcionales.