Enriqueta Fernández-Montesinos y Carles Just, un matrimonio de Reus que pasaba un fin de semana en Madrid el 12 de febrero de 2005, grabaron asombrados un espctacular incendio del rascacielos situado a unos 200 metros del piso en el que se alojaban. Mayor fue su asombro al comprobar que, con el incendio ya fuera de control, unas figuras con linternas se movían por la planta 16, donde estaba situada la auditora Deloitte (ocupaba diez plantas del edificio). Eran las 3:30 de la madrugada y los bomberos habían evacuado ya el edificio, al constatar que no era posible controlar el incendio y que varios elementos del edificio empezaban a desprenderse, debido a las altas temperaturas. 

Las figuras, que parecen llevar casco e iluminarse con linternas, siguen siendo hoy objeto de polémica. En su día se intentó descartar que fueran reales y se atribuyeron al reflejo de algún edificio cercano. Sin embargo, desde la posicion del matrimonio catalán, no eran posibles tales reflejos. Éstos llamaron al teléfono de emergencias 112, avisando de que que había personas en en el edificio, pero recibieron como respuesta que eran los bomberos. No era así. Los bomberos se concentraron en la planta cero del edificio a la 1 de la madrugada y decidieron evacuar. Los falsos techos se empezaban a desprender y a caer sobre ellos, atrapando a algunos de ellos en algún caso. El jefe de bomberos dio la orden de reagruparse, hacer recuento y salir. Ningún bombero faltaba y ningún bombero volvió a entrar entre la una de la madrugada y las tres y media. 

Posteriormente se descubrió un "butrón" (agujero en una pared) al acceso a las oficinas desde el sótano del edificio. Pero se descartó su importancia dado que, según el juez "era de dimensiones muy reducidas y hasta una persona delgada pasaría con muchas dificultades". 

La policía científica analizó las imágenes de Fernández-Montesinos y Just, concluyendo que eran auténticas. Pero el juez, Mariano Ascandoni, tampoco las consideró relevantes para la instrucción penal del caso. "Aunque se pudiera admitir la posibilidad de la presencia de personas en el interior del edificio [a las 3.31 horas], no existe evidencia alguna de que ello hubiera tenido alguna incidencia en la causación o propagación del fuego", escribió en el auto de archivo de la causa. 

Según los bomberos, la temperatura en la planta 16 en aquellos momentos rondaría entre los 100 y los 200 grados, por lo que para moverse por esa zona harían falta trajes ignífugos aislantes, así como equipos de respiración. Dentro de las múltiples teorías surgidas en los 14 años desde estos sucesos, está la de que las "sombras" fueran personas recuperando documentos sensibles de las oficinas de Deloitte. Desde la auditoría a la empresa de Francisco González (FG Inversiones) a libros de cuentas reclamados por la Audiencia Nacional en casos de blanqueo de dinero y documentos del Ministerio de Defensa en una caja fuerte ignífuga, propiedad de la empresa Comparx España S.A. 

¿Es posible, según parecen indicar los documentos desvelados por Moncloa.com que el excomisario Villarejo tuviera algo que ver con las sombras del Windsor?