Según la eurodiputada popular, que ha declarado como testigo en el juicio del caso Palma Arena respecto a las presuntas contrataciones irregulares de Alemany, ella solo estampó su “firma formal” por competencia administrativa porque “solo Jaume Matas decidía y “llevaba personalmente” esos temas.

Matas intentó echar balones fuera
El expresidente popular, que declaró el martes, negó su responsabilidad e intentó pasar la pelota a su Gabinete, al afirmar que “el presidente” se dedicaba a la política y sus colaboradores eran quienes ejecutaban los contratos. Matas llegó a acusar al que fuera su director general de Comunicación, Juan Martorell, y al publicista Miguel Romero, de la empresa Nimbus, de “mentir” y “cambiar su declaración” por un pacto con la Fiscalía. Miguel Romero y el exalto cargo del Govern apuntan a Matas como el urdidor de una trama para desviar fondos públicos al periodista Antoni Alemany.

La prueba en manos de la Fiscalía
El fiscal ha expuesto en la vista de hoy una nota de la contabilidad interna de la empresa Nimbus, que entre 2003 y 2007 facturó varios millones de euros al Govern y que realizó parte de la campaña electoral del PP de Balears en 2003. En el apunte, de febrero de 2004, se informa de la producción interna de la factura número 149, por 3.958,31 euros y un coste de 3.768,82, "ya que esto ni entra en management, ni son trabajos realizados por Nimbus: es un favor personal que hace Miguel Romero al Govern para poder pagar a Gabriel (sic) Alemany", se apunta en el documento, según Diario de Mallorca.

Martorell seguía órdenes de Matas
La exvicepresidenta de Baleares en su declaración de este jueves reseñó que el director general de Comunicación dependía del presidente y de sus autorizaciones."Lo habitual" era que Matas diera a Martorell el aval para el contrato por lo que debió dar su autorización, afirmó Estarás.