De pronto, Antonio Jiménez se largó el otro día de ‘El Gato al Agua’. Las 'ratas' son las primeras en abandonar el barco. Mientras tanto, los gatos -siempre que pueden- se comen a los ratones. A Jiménez lo han fichado los obispos y lo han llevado a la gloria, que para eso está la clerigalla.

No ha ido a la COPE. Ahí está ahora Emilio Sáenz de Buruaga, que llegó al cielo tras Nacho Villa, un ‘pistolero del oeste’, que fracasó en la radio de la Iglesia católica, apostólica, romana y de las JONS. Aterrizó Buruaga dos años después de que fueran expulsados del paraíso Federico Jiménez Losantos y César Vidal, pastor protestante e historiador de mentira.

Buruaga, Losantos y Jiménez son productos ‘made in Aznar’. Triunfaron en el ejercicio del incensario y ganaron cada uno de ellos más dinero que Epulon, el rico del evangelio. Losantos, desde la COPE, tramaba con el cardenal Rouco Varela convertir a la cadena radiofónica divina en un bunker conservador intocable.

Vidal engordaba todavía más. Buruaga saltó a la palestra de los millonarios y manipuló en TVE a gusto de su padrino, el presidente Aznar. En Antena 3 consiguió ser consejero delegado de esa televisión y en 2006 Esperanza Aguirre le dio el oro, el moro y hasta el señor de Puerto Rico en un programa a la medida de las necesidades del Partido Popular. Cumplió bien las órdenes y aumentaron mas y más sus emolumentos.

Requerido por el alto clero, Buruaga se plantó en la COPE. Antonio Jiménez, que pilotó las mañanas de RNE en tiempos de Aznar y en época de muchos vetos -como ahora con Rajoy- pasó a primera división gracias a su habilidad aduladora.

Al día siguiente de la derrota de los ‘populares’, el 15 marzo de 2004, se personó en Ferraz y el muy perillán se ofreció a un dirigente del PSOE para seguir en RNE al servicio, claro está, de los socialistas. Le dijeron que no, que gracias, y fue fichado por Julio Ariza. Es difícil estar más a la derecha que Jiménez.

Ahora Intereconomía culpabiliza a la Conferencia Episcopal. ¿Guerra de religión o guerra de intereses? En ‘La Gaceta’ de hoy ‘disparan’ contra la jerarquía eclesiástica actual. "Adquirir protagonismo y audiencia a cualquier precio no se entiende en una cadena cuyo principal fin se supone que es la evangelización", claman los católicos de Intereconomía más reaccionarios aún que la mayoría de los Papas.

"Viene de lejos la actitud de la cúpula de la Jerarquía de la Iglesia en España de poner palos en la rueda de Intereconomía y sus medios", lamentan Ariza y sus amigos ultramontanos. Insisten: "La estrategia de COPE y su cadena es muy discutible en cualquier empresa, y especialmente en una que es propiedad de la jerarquía de la Iglesia".

"¿Qué pasa entonces entre Intereconomía y la Conferencia Episcopal Española, accionista mayoritaria de Cope y su TV, que ha puesto desde junio de 2010 en manos del gerente de la propia Conferencia Episcopal?", se preguntan los directivos de Intereconomía. Católicos a la greña. Rouco desprecia a Ariza. No quiere el cardenal perder ni un palmo de poder para que se lo lleve, al fin y al cabo, un intruso. Los meapilas también pelean entre ellos. ¡Amén!