El diputado del Partido Socialista de Cataluña (PSC) en el Congreso de los Diputados José Zaragoza se ha hecho eco de uno de los recientes discursos del expresidente del Gobierno José María Aznar, y le ha dedicado unas duras críticas.

En una intervención en un foro de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), Aznar se refirió al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, como "un peligro para la democracia constitucional española". A su vez, continuó su discurso expresando que "se podrán hacer muchas cosas y tener distintas opiniones, pero en la situación de crisis institucional que afronta España, lo que no puede hacerse es inhibirse". "En esta situación que estamos describiendo, la inhibición no tiene hueco. ¿Qué se puede hacer? El que pueda hablar, que hable, el que pueda hacer, que haga, el que pueda aportar, que aporte, el que pueda moverse, que se mueva, cada uno bajo su propia responsabilidad", expresó el expresidente 'popular', en unas crípticas declaraciones que han sido interpretadas como una llamada a que la ciudadanía se tome la justicia por su mano o a un golpe de Estado

Precisamente en esa línea han ido las críticas de José Zaragoza, quien, además de afearle sus palabras, le ha recordado su pasado en el Frente de Estudiantes Sindicalistas, una organización estudiantil adscrita a la Falange y de fuerte carácter católico.

"Aznar llamando al golpe de estado. Al reaccionario de hoy le sale el falangista de su juventud. La derecha franquista fue amnistiada por la democracia", ha escrito el diputado del PSC a través de su cuenta en X, antes Twitter. 

 

Comparando la amnistía con pactar con Hitler

En la misma intervención, Aznar se quitó todos los filtros posibles y llegó a comparar la amnistía con los acuerdos de Munich, un pacto que permitió, con la firma de Reino Unido, Francia e Italia, que la Alemania nazi se anexionara los Sudetes checoslovacos, complaciendo así una de las ambiciones del Tercer Reich de Adolf Hitler.

"No se hace por la convivencia. No se entrega un país por la convivencia. No se rinde la Constitución con la convivencia. Si estos de ahora quieren ir a Munich y hacer lo mismo que Chamberlain, ya hay dos que lo han hecho, pero eso causa unos efectos devastadores", argumentó el exdirigente 'popular'.

Unas palabras que precedieron a las del actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien expuso que va a "representar a más personas que el presidente del Gobierno en el Congreso" y puso el foco en la pregunta del PSOE a su militancia. "Se trata de una pregunta con trampa y un fraude democrático de primer nivel (…) La amnistía es la mayor humillación de España en gran parte de sus siglos de historia”, afeó, señalando también que “las cosas que están ocurriendo no tienen paragón en las democracias occidentales”. “Hoy, Puigdemont decide el futuro de nuestro país”, apuntaló. 

En concreto, la pregunta planteada a la militancia socialista ha sido: "¿Apoyas el acuerdo para formar un gobierno de coalición con Sumar y lograr el apoyo parlamentario de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria?", en referencia a las negociaciones que están en marcha con formaciones como Junts y que ya han servido para alcanzar acuerdos con ERC, y que tendrán, como consecuencia principal, la puesta en marcha de la ley de amnistía, que eliminará todo cargo delictivo de los políticos responsables del 'procés' independentista de 2017.

Aznar, entre los peores expresidentes del mundo

El mandato de José María Aznar y su posterior expresidencia fueron puestos en tela de juicio en 2010 por la revista estadounidense Foreign Policy, especializada en asuntos de política internacional. La publicación elaboró un ranking de los dirigentes ya no activos en política, que peor se habían adaptado a su condición de ex y que menos colaboraban en el objetivo del bienestar general de su país. 

En dicho ranking, Aznar entró en el top 5 en una pieza titulada Bad exes (Los malos ex). La bimensual criticaba la actitud de Aznar durante estos años, al mismo tiempo que recordaba el voto de castigo que sufrió el Partido Popular en las elecciones generales de 2004, por “tratar de cargar la culpa de los atentados de Madrid al grupo separatista vasco ETA, cuando estos fueron perpetrados por extremistas islamistas que esperaban castigar a España por su apoyo a la impopular guerra de Iraq”.