Durante las últimas semanas, se ha podido ver a una de las referencias de la derecha mediática, Federico Jiménez Losantos, mantener una actitud muy altiva hacia Vox y hacia algunos de sus dirigentes de primera fila, como Rocío Monasterio, Iván Espinosa de los Monteros o Juan García-Gallardo, sembrando una suerte de guerra entre el partido y el grupo mediático Libertad Digital, a pesar de la proximidad ideológica que existe entre ambos.

Sin embargo, lo cierto es que este reciente giro de timón por parte de Losantos no obedece a que de repente se haya propuesto acabar con Vox, sino que es más bien una cuestión de supervivencia económica. En otras palabras, esRadio y Libertad Digital llevan dependiendo económicamente de la publicidad institucional que le proveen los gobiernos autonómicos del Partido Popular desde, prácticamente, su fundación. Por ende, de cara a unas elecciones que cada vez se encuentran más próximas, a Losantos no le interesa lo más mínimo que Vox esté fuerte y con posibilidades de acceder a los Ejecutivos regionales, por lo que todo lo que pueda molestarles (y, por ende, reforzar al PP) es beneficioso para él.

Un poco de historia: Veinte años de publicidad institucional

La historia de Libertad Digital y de esRadio está marcada por las enormes cantidades de dinero en publicidad institucional que llevan recibiendo de los gobiernos autonómicos del PP durante dos décadas. Fundada en el año 2000, Libertad Digital arrancó como una simple página web dedicada a la información cuando Losantos aún era locutor de la COPE, y escasos años después ya estaba constituida como un gran grupo mediático que gestionaba decenas de televisiones y radios.

Este crecimiento salvaje fue posible gracias al amparo de las licencias de los gobiernos del Partido Popular, que repartieron espacios televisivos y frecuencias de radio entre grupos afines, siendo el de Losantos uno de los más beneficiados, y a una inyección de capital, entre 2004 y 2005, de casi medio millón de euros por parte del propio PP, procedente de la caja B del partido. Diferentes altos cargos del PP, entre ellos el exministro Ángel Acebes, recibieron peticiones de Alberto Recarte, cofundador y entonces presidente del grupo mediático, para contribuir a un aumento de capital de la empresa.

Entre las concesiones administrativas y el apoyo económico adicional, Libertad Digital se puso en el mapa mediático a toda velocidad. También en 2005 recibió generosos favores por parte del Ejecutivo madrileño de Esperanza Aguirre: cuatro emisoras de televisión en las principales demarcaciones de la comunidad (Madrid, Alcalá de Henares, Móstoles y Fuenlabrada). La misma línea se siguió en la Comunitat Valenciana durante el mandato de Francisco Camps, concediendo a Losantos otros cuatro canales comarcales.

En ambos casos existieron denuncias por irregularidades en los procesos de adjudicación. Según una de ellas, el millonario aval de la oferta de Libertad Digital en Madrid procedía de Caja Madrid, entidad de la que Recarte, socio y cofundador de Libertad Digital, era también consejero.

El agua, el mejor aliado de Losantos

2009 es otro año clave en la línea temporal que nos atiene. Losantos funda esRadio y a pesar de contar con solo cuatro meses de vida, recibe 93.000 euros del Ejecutivo de Esperanza Aguirre, y 805.000 al año siguiente, de acuerdo con datos oficiales aportados por la Comunidad de Madrid. El Salto desgranó en su día estas cifras y concluyó que, en 2009, cerca de la mitad de este gasto (36.000€) lo destinó Vicepresidencia, dirigida por Ignacio González, imputado en el Caso Lezo por el presunto cobro de comisiones ilegales en la compra de una sociedad brasileña por el Canal de Isabel II. En 2010, de los más de 800.000 euros percibidos por la emisora, 445.000 vinieron de la Consejería de Empleo, ocupada entonces por Paloma Adrados, que posteriormente sería alcaldesa de Pozuelo de Alarcón. Otros 162.000€ salieron de Vicepresidencia en ese segundo año.

Esta tendencia se ha mantenido durante el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, que tal y como han publicado diferentes periodistas y medios a lo largo de los años, ha nutrido con generosas sumas de dinero a numerosos medios afines a su gobierno. Attacmadrid informó de que, en 2021, se entregaron a través del Canal de Isabel II más de un millón y medio de euros en publicidad institucional a diferentes “periódicos en papel, digitales, emisoras de radio y otros soportes como vallas publicitarias o redes sociales”.

“Los criterios empleados por la Comunidad de Madrid para la distribución entre los diferentes medios de comunicación en las campañas publicitarias son criterios objetivos y técnicos basados en: la audiencia, cobertura, frecuencia, notoriedad y afinidad”, fue la respuesta que obtuvo la diputada en la Asamblea de Madrid por Unidas Podemos, Alejandra Jacinto, al preguntar en el Registro General por los criterios que se siguieron desde el Canal de Isabel II para efectuar el reparto de publicidad.

Por parte de la empresa de aguas gestionada por la Comunidad de Madrid, Libertad Digital recibió dos contratos de publicidad por valor de 7.000 euros en 2021. EsRadio, por su parte, se benefició de 28 contratos por cuñas publicitarias de la empresa pública, que le sirvieron para percibir otros 34.000 euros. A su vez, el Ayuntamiento de Madrid regó con otros 126.000 euros al grupo mediático de Losantos a través de diferentes conceptos de publicidad, haciendo ascender la suma, solo en 2021, a casi 200.000 euros entre los gobiernos de Almeida y Díaz Ayuso.

En su momento, Libertad Digital se jactaba de ser un grupo mediático “independiente, con más de mil inversores y con capacidad para autofinanciarse”, pero los hechos a lo largo de los años dicen lo contrario y ponen a Losantos en un compromiso por las ingentes cantidades de dinero percibido del PP y sus diferentes brazos institucionales.

Por ende, la campaña contra Vox que ahora se está llevando a cabo desde esRadio no es el acto de lucha contra el fascismo con el que muchos fantasean, sino que es un ejercicio de lealtad a quienes le deben su éxito y supervivencia: a los diferentes Ejecutivos del Partido Popular. Debilitar a Vox es fortalecer al PP y, por consiguiente, asegurarse otros cuatro años de concesiones, publicidad y financiación. Las elecciones están cerca, por lo que ahora toca barrer para casa y agradecer los servicios prestados durante las dos últimas décadas.