El tercero de los terroristas que el pasado sábado participaron en los dos ataques en Londres que causaron la muerte a siete personas es Youssef Zaghba, hijo de un marroquí y de una italiana, según ha informado el diario italiano Corriere della Sera y confirmó después Scotland Yard.

Nacido en Fez (Marruecos) en enero de 1995, el hombre fue detenido por las autoridades italianas en el aeropuerto de la ciudad de Bolonia (norte) en marzo de 2016 cuando pretendía viajar a Turquía para después trasladarse a Siria, según el mismo diario. Los servicios de inteligencia italianos ya habían señalado al sujeto como sospechoso tanto a las autoridades marroquíes como a las británicas.

Tras esto, fue absuelto del cargo y dejado en libertad, pero fue incluido en Italia en la lista de personas potencialmente peligrosas para la seguridad del Estado. El diario italiano también informa de que recientemente había obtenido un empleo temporal en un restaurante de Londres.

El cabecilla, con acceso al metro

También se ha sabido que Khuram Shazad Butt, uno de los otros dos terroristas de Londres considerado el celebro del atentado trabajó hasta el año pasado en la estación de metro de Westminster y tuvo acceso directo a los túneles bajo el Parlamento británico. Así lo demuestran unas fotos hace un año en las que Butt aparece en esta céntrica estación de metro durante su período de prácticas en el mantenimiento y reparación de la red del metro.

Tras estas revelaciones, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha reconocido en declaraciones a la BBC que la policía y los servicios secretos deben responder a “preguntas legítimas” por su incapacidad para prevenir el atentado.

Críticas a policía y servicios secretos

Estas novedades en la investigación de los atentados han colocado a la policía y a los servicios secretos británicos en el centro de la polémica, especialmente al saber que Khuram Shazad Butt estaba en el radar de las fuerzas del orden, pero no se le investigó activamente.

La Policía Metropolitana de Londres (Met) ha defendido su actuación después de que los medios revelasen que el canal 4 de la televisión británica había divulgado el año pasado un documental sobre las actividades de radicales islámicos, entre ellos Butt.

El asistente del comisario de las fuerzas del orden de Londres, Mark Rowley, defendió su actuación asegurando que "no había ninguna (información) de inteligencia que sugiriese que un ataque estaba siendo planeado", por lo que la prioridad de la pesquisa "fue reducida de escalón".

Al serle preguntado por la BBC si esa había sido una mala decisión, Rowley contestó que él no ha identificado nada que sugiriese que la medida no había sido la correcta. El asistente policial puntualizó, no obstante, que el trabajo de las fuerzas del orden se centrará ahora en averiguar si los tres habían recibido ayuda o tenían vínculos con otras personas.

Sin noticias de Ignacio Echeverría

Por otro lado, Ignacio Echeverría, el español desaparecido tras intentar ayudar a una mujer durante los atentados continúa sin ser localizado. Según ha informado la policía británica, cinco personas, entre ellas Echeverría, continúan desaparecidas.

De los 48 heridos que fueron trasladados a hospitales, 36 continúan ingresados, 18 de ellos en condición crítica, indicó la policía, que alertó de que la identificación del resto de víctimas se está viendo ralentizada por el hecho de que algunas de ellas eran extranjeras.

Al mismo tiempo, cinco personas, entre ellas Echeverría además de dos australianas y dos franceses, continúan desaparecidos.