Chile celebra de manera conjunta sus elecciones presidenciales y parlamentarias. Unas votaciones en la que los ciudadanos de este país latinoamericano han dibujado un extraño esquema, pues aunque Jeannette Jara, de carácter progresista, haya resultado ser la candidata más votada para ser la mandataria del Ejecutivo nacional, en segunda vuelta deberá medirse a José Antonio Kast, de línea ultraderechista y cuya formación, así como otros partidos de pensamiento cercano, han recibido un apoyo mayoritario tanto en la Cámara de los Diputados como en el Senado

Las líneas moderadas pierden fuerza en Chile, donde los comicios electorales han impulsado las propuestas más extremistas, tanto de la izquierda como de la derecha.  Si bien, de cara a la presidencia, Jeanette Jara se ha postulado como uno de los perfiles que mejor ha encajado entre la ciudadanía, pues en esta primera vuelta un 26,6% de los votos, por lo que en la segunda votación se medirá a José Antonio Kast, quien se hizo con un 24,2%. No obstante, que la candidata progresista repita hazaña se torna complicado, pues de los cincos rostros más votados en la jornada del 16 de noviembre, cuatro se posicionan a la derecha y de los tres cuyo nombre no se ofrecerá en las papeletas cuando se vuelvan a abrir las urnas el 14 de diciembre, dos ya han comunicado que van a apoyar la candidatura de Kast a la presidencia.

Si bien, no todo está perdido para Jara, ya que una de sus principales fuerzas es que, aunque el Frente Amplio del presidente Gabriel Boric y el Partido Comunista hayan reunido numerosos votos, ella lidera coalición de fuerzas progresistas. Por lo que, además de los chilenos y chilenas que ya le han dado su apoyo, ahora podría reunir el voto de la izquierda en torno a su candidatura y frenar el ascenso de Kast al poder.

¿Cómo funciona el sistema presidencialista de Chile? 

El modelo presidencialista puede propiciar situaciones que resulten contradictorias, pues podría darse la circunstancia de hallar un presidente con una línea ideológica contraria a la de la mayoría de la Cámara de los Diputados. Es decir, en el supuesto de no darse la segunda vuelta y que Jara fuera ostentara ya el liderazgo del Ejecutivo nacional, se estaría encontrando una mayoría de políticos de derechas en sede parlamentaria, algo que puede parecer insostenible en atenidiendo al modelo de gobierno español, pero que posee diferencias que pueden propiciar que se desarrolle un mandato.

A diferencia de un sistema parlamentario, en el modelo presidencialista el máximo mandatario del Ejecutivo nacional no necesita la confianza directa del Congreso para gobernar o mantenerse en el cargo, ya que, por ejemplo, en Chile la Constitución de este país designa diferentes poderes por los cuales puede desarrollar su gobierno sin chocar de manera constante con la Cámara de los Diputados, en el caso de que la mayoría en esta sea de color distinto. Así, en este país latinoamericano el presidente y su equipo son los responsables de la la administración del Estado, contando con la facultad de de presentar proyectos de ley en materias específicas y cruciales, como las que implican gasto público, presupuesto, división político-administrativa o creación de nuevos servicios públicos. Además de ello, ostenta el mando de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública, así como diseña  la política exterior y las relaciones diplomáticas. No solo eso, sino que puede llegar a rechazar de manera total o parcial proyectos de ley impulsados por los diputados.

¿Qué queda entonces para la cámara parlamentaria? Los 155 diputados chilenos son los encargados, principalmente, de ejercer la fiscalización del gobierno. Entre otras funciones, forman parte de la tramitación de la Ley de Presupuestos, pudiendo aceptar, disminuir o rechazar los gastos propuestos por el Presidente, pero no aumentarlos. Además de ello, también concurren a la formación de las leyes junto con el Senado y el Presidente. Los diputados pueden presentar mociones (proyectos de ley) sobre diversas materias, aunque con las limitaciones de la iniciativa exclusiva del Presidente.

Las propuesta de Jara y Kast

Ante el funcionamiento del modelo presidencialista, la segunda vuelta se torna crucial en Chile, pues serán los equipos de Jara o Kast, según quien obtenga la mayoría en los comicios del 14 de diciembre, los que generen verdaderos cambios en el país. 

Por su parte, Jeannette Jara pretende llevar a cabo un fortalecimiento del control de las armas de fuego, así como también poner fin al secreto bancario con el objetivo de conseguir que sea posible rastrear la ruta del crimen organizado. Además de ello, la progresista pretende poner en marcha medidas sociales con las que reducir los gastos que afrontan los chilenos y chilenas en su día a día, por lo que propone el llamado “sueldo vital” de 750.000 pesos (unos 695 euros), que se buscará instaurar a través de aumentos graduales del sueldo mínimo, el cual es hoy de 529.000 pesos, y transferencias directas a los trabajadores. En materia de vivienda, también posee intención de poner en marcha proyectos destinados a jóvenes de hasta 40 años que les permitan optar a una primera vivienda.

Mientras tanto, José Antonio Kast buscará llevar a cabo un recorte fiscal de 6.000 millones de dólares en solo un año y medio; sin embargo, esta es una medida que solo ha dejado en el titular y que no ha detallado cómo lo desarrollaría. Emulando a otros países americanos, entre sus propuestas también se marcan proyectos que llevarán a instalar cárceles de máxima seguridad y aislamiento para líderes del narco, endurecer las penas para miembros del crimen organizado y financiar unos 2.000 vuelos para deportar migrantes en situación irregular a sus países de origen. 

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