El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, ha celebrado la “adecuada respuesta” pakistaní tras la ofensiva india lanzada la madrugada del miércoles, en la que fueron derivados cinco aviones. El ataque aéreo golpeó nueve localizaciones que la India ha calificado como “infraestructura terrorista”, y causó la muerte de, por lo menos, 26 personas e hiriendo a 46, según el ejército pakistaní, aunque no se ha dado a conocer si estos fueron civiles.  

"La defensa aérea de Pakistán neutralizó eficazmente la amenaza", ha dicho Sharif, destacando que la Fuerza Aérea logró derribar cinco de las 80 aeronaves indias que participaron en la ofensiva.  Si bien el primer ministro pakistaní haya declarado en la Asamblea Nacional este miércoles que se debe hacer a Pakistán “grande y mostrarle al mundo” que están unidos, el Consejo de Seguridad de Pakistán ha calificado el ataque como “actos de guerra”.

Paralelamente, el ministro de Exteriores, Shri Vikram Misri, ha defendido el ataque: “Nuestro monitoreo de vigilancia de módulos terroristas basados en Pakistán indicó que más ataques contra la India eran inminentes”. Defiende que el país asiático ha ejercido su derecho a “responder y prevenir además de disuadir” futuros ataques, y que han sido “medidas” y de “no escalada”.

La India y Pakistán han sufrido escaladas en tensiones desde la separación de territorio, con tintes religiosos -Pakistán tiene una religión oficial, el islam, mientras que la India no-, por el antiguo imperio británico. Su frontera, considerada una de las más peligrosas del mundo, según Foreign Policy, tenía un alto el fuego en vigor como parte de un acuerdo de paz entre ambos estados, el Acuerdo Simla, desde los años 70. Sin embargo, el asesinato de 26 turistas indios en Pahalgam, situado en la región de Cachemira -una zona en disputa entre Pakistán y la India que actualmente está administrada por esta última- hace dos semanas ha provocado un agravamiento en sus relaciones bilaterales.

Pese a la negación de Pakistán, la India ha reiterado este miércoles que el ataque, cuya autoría fue reclamada por El Frente de Resistencia (TRF), fue perpetrado por Islamabad. Su ministro de Exteriores afirma que la red de inteligencia india ha vinculado este grupo a Lashkar-e-Taiba, una organización que Naciones Unidas (ONU) ha calificado como terrorista y que el ataque forma parte de “la larga trayectoria paquistaní de terrorismo transfronterizo”. No obstante, el primer ministro pakistaní ha rechazado las acusaciones del gobierno indio, defendiendo que está “intentando convencer al mundo entero” de que Pakistán tuvo que ver con el asesinato de Pahalgam.   

La comunidad internacional pide “contención”

Ante una inminente escalada con la posibilidad de desembocar en una guerra que desestabilizaría la región, varios países junto con bloques comunitarios están pidiendo a ambos actores del conflicto que evitan otro aumento en tensiones y que se contenga la amenaza real de guerra.

El Gobierno británico ha expresado que está dispuesto a contribuir a la reducción de las tensiones entre los dos países, tal y como ha afirmado el secretario de Estado de Reino Unido para Negocios y Comercio, Jonathan Reynolds. "Por desgracia, se trata de un conflicto antiguo. Ambos socios, India y Pakistán, están interesados en la estabilidad de la región, y nosotros somos amigos y socios de ambos países. Por lo tanto, estamos dispuestos y podemos hacer todo lo que esté en nuestra mano en términos de diálogo y reducción de tensiones", ha dicho en declaraciones a la cadena Sky News.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha comunicado en redes sociales este miércoles que está “vigilando la situación entre la India y Pakistán”. “Hago eco a los comentarios del presidente de los Estados Unidos hoy que tiene esperanza de que esto se acabe pronto”, ha recalcado, añadiendo que el presidente estadounidense, Donald Trump, “continuará comprendiéndose tanto con el liderazgo indio como con el pakistaní hacia una resolución pacífica”.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación español, José Manuel Albares, ha hecho un llamamiento a India y Pakistán a la "contención" y a "evitar la escalada". Un comunicado de Exteriores ha destacado que Albares ha mantenido conversaciones con sus homólogos de India, Subrahmanyam Jaishankar, y Pakistán, Ishaq Dar, con vistas a "conocer de primera mano la situación producida en las últimas horas e intercambiar impresiones con ambos".

La Unión Europea ha pedido que se tomen “medidas inmediatas” para reducir las tensiones y la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, les ha contado a periodistas este miércoles que el bloque está intentando reducir el agravamiento en relaciones. El recién elegido canciller alemán, Friedrich Merz, ha afirmado en rueda de prensa con el presidente francés, Emmanuel Macron, que: “Estamos profundamente preocupados con el choque de anoche entre estos poderes nucleares”.

Afganistán se ha unido a las reclamaciones por la paz, cuya autoridad -los talibanes- ha pedido que los gobiernos de Pakistán y la India “ejerzan la máxima moderación" y resuelvan sus disputas mediante "la diplomacia y el diálogo”. El Ministerio de Exteriores afgano ha tachado de "preocupante" la creciente tensión entre ambos países y ha afirmado que "una mayor escalada no beneficia a la región", por lo que "la seguridad y la estabilidad son de interés" para todos los países asiáticos.

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