El museo del Louvre (París) ha reabierto sus puertas al público intentando recuperar la normalidad a la que están acostumbrados. Tras el suceso ocurrido el pasado domingo, cuando cuatro encapuchados accedieron por una escalera a plena luz del día a la galería Apolo consiguiendo sustraer las joyas de la colección pertenecientes a la colección de Napoleón Bonaparte y la emperatriz Eugenia de Montijo.

Escalera por la que coniguieron acceder los ladrones. EP.

El mismo día del robo, el museo cerró por ese motivo, abriendo por primera vez desde entonces este miércoles a las 9:00 de la mañana, aunque eso sí, con algunas restricciones. La Galería de Apolo de la que los ladrones se llevaron las ocho piezas de joyería va a continuar estando cerrada para el púbico hasta nuevo aviso. El mismo domingo y lunes los motivos de la no apertura del museo eran el robo, y el martes el museo no abrió porque es el día habitual de descanso.

La estimación del valor de las piezas sustraídas ronda alrededor de los 88 millones de euros, según ha informado la fiscal, Laure Beccuau. Más de 100 investigadores se encuentran trabajando para encontrar a los cuatro sospechosos que propiciaron la huida con las joyas desaparecidas. Además, se destaca que la estimación monetaria que deja el robo no incluye el valor histórico que tienen estas piezas para Francia.

Fallos en la seguridad

La ministra Des Cars lleva recomendando una serie de modernizaciones en la seguridad del museo desde 2022, pidiendo así una mejora en la videovigilancia, la cual no está presente en todas las salas, además de ampliar la fibra óptica para que llegue a todas las partes del museo.

El día del incidente la alarma del museo sonó un minuto más tarde, a las 9:38 de la mañana cuando los ladrones ya habían conseguido huir. El ministro del Interior, Laurent Nuñez, el cual trabajo como una autoridad de Policía de París, ha comenzado con el proceso de reforzar la seguridad de todos los museos del país. Gérald Darmanin, el ministro de Justicia ha expresado su indignación argumentando que, “todos los franceses tenemos la sensación de haber sido robados. Lo que está claro es que hemos fallado cuando alguien consigue colocar una escalera para acceder al Louvre y se lleva las joyas en siete minutos. Da una imagen lamentable de Francia”.

Fue el pasado 16 de junio cuando los empleados convocaron una huelga y el museo cerró varias horas, con el objetivo de alertar sobre la falta de personal de seguridad y medios con la que te tenían que luchar a diario para hacer frente a la recepción de todos los visitantes.

En la actualidad el país se encuentra en una situación de incertidumbre, todavía no se han localizado a los autores y las piezas no se han recuperado. La presidenta del Louvre, Laurence Des Cars, comparecerá este mismo miércoles frente al Senado para responder las dudas de los electos sobre los fallos de seguridad que facilitaron el robo de los ladrones.

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