Llega la calma para una parte de los españoles que se sumaron a la aventura de la Flotilla Global Sumud y con la que pretendían llegar a Palestina para tratar de provocar algo de humanidad en el Gobierno israelí, haciendo que permitiera la entrada de ayuda para los habitantes de la Franja. Una alianza internacional conformada por perfiles muy variados entre los que había activistas y políticos, que estaba formada por multitud de personas de diferentes países que, en su camino, lejos de hallar puertas que se abrieran para, a través de la presión global, conseguir llegar a Gaza para ofrecer a sus habitantes alimentos, medicinas u otros elementos, se vieron como otra presa más de la mano opresora de Benjamin Netanyahu.
Poco respeto queda ya ente los miembros del Gobierno israelí al más mínimo gesto de solidaridad con Gaza, todo lo contrario, pues empiezan a aplicar ya, salvo por los asesinatos, políticas muy parecidas a todos aquellos que tratan de prestar su ayuda a los palestinos. Así lo mostraba la llegada del primer grupo de 21 españoles al aeropuerto de Madrid en la jornada de este pasado domingo, todos con la misma ropa, sin la posibilidad de cambiarse tras ser liberados pues se le había privado de todos sus objetos personales.
Sus conclusiones eran claras tras su paso por la cárcel israelí: "Suerte si te encuentras con alguien con un poco de humanidad". En Saharonim, la prisión en la que han permanecido retenidos tras ser interceptado su barco, todavía quedan otros 28 españoles, los cuales continúan a la espera de ser deportados, ya que han decidido negarse a reconocer que hayan entrado de manera ilegal en el país. De hecho, de ellos hasta seis se encuentran en huelga de hambre en señal de protesta.
Entre aplausos y gritos de apoyo fue recibida esta primera tanda de españoles que ha regresado a España. No olvidan el genocidio que allí se está cometiendo y siguen llamando a actuar para frenarlo. Si bien, en su regreso al país, también han puesto el foco en denunciar las condiciones que han sufrido y que los otros 28 que quedan allí aún afrontan: "No hemos tenido agua ni comida y hemos sufrido privación de sueño... Nos apuntaban a partes vitales". Estas eran algunas de las palabras que dejaban para denunciar los malos tratos que han recibido en la prisión, además de haber sido tratados de manera continuada de manera despectiva mientras se encontraban retenidos.
Los 28 españoles que permanecen allí, sufriendo el maltrato israelí, son parte de los más de 200 miembros de la Flotilla que todavía siguen encarcelados. Si bien, a pesar de estar circunstancias, los activistas quisieron volver a centrar la atención en el asunto principal que les había llevado hasta allí: "El foco tiene que estar en Gaza, en Palestina. Lo que nosotros hemos vivido, tomando en cuenta nuestras diferentes realidades, no tiene nada que ver con el sufrimiento y el apartheid que viven nuestros hermanos y hermanas en Palestina".
Para los que continúan en Israel, el Ministerio de Exteriores ha asegurado en horas recientes que trabaja por que se otorgue una total atención consular a los retenidos y subraya que se está prestando gran atención a si se les provee o no de agua y alimentos.
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