Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han llevado a cabo 350 bombardeos desde que los rebeldes sirios derrocaron al régimen de Bashar al Assad, según un balance del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Esta organización, con sede en Londres, pero fuentes en territorio sirio, ha confirmado bombardeos sobre varias regiones y ha incluido entre los objetivos una base aérea de Deir Azzor, una zona en el noreste de Siria, donde varias aeronaves han sufrido daños. Las fuerzas israelíes también habrían destruido sistemas de radares en distintos puntos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, justificó el martes estos ataques, alegando que su Gobierno "no tiene intención de interferir en los asuntos internos de Siria", pero está dispuesto a hacer "lo que sea necesario" para garantizar la seguridad nacional de Israel.
Netanyahu aseguró también que está dispuesto a entablar relaciones con el nuevo gobierno de Siria, declarando que “quiere corregir las relaciones con el nuevo régimen de Siria”. Añadió: “si este régimen permite que Irán se reestablezca en Siria, o permite la transferencia de armamento iraní o cualquier otro tipo de armamento a Hezbolá, o atacarnos, responderemos con fuerza y haremos que paguen un alto precio por ello”, según The Times of Israel.
Los Altos de Golán: un punto clave
La posición geoestratégica es la llave para entender la importancia del conflicto actual entre los dos países. Siria comparte frontera con Israel, el Líbano, Iraq y Turquía además de tener acceso al mar mediterráneo. Los Altos de Golán están entre Israel, Líbano, Jordania y Siria, pero su territorio está mayoritariamente en Siria, por lo que es un enclave geoestratégico en los conflictos de la zona, especialmente para Israel. Su altura y posición hace que las montañas sean un territorio extremadamente valioso.
Las Granjas de Shebaa, parte de los Altos de Golán, fue anexada por el Líbano, una reclamación que Siria aceptó pero que Israel y la Organización de Naciones Unidas (ONU) oponen. La zona es una parte central en las negociaciones de paz para un conflicto que empezó en 1948 entre Israel y Siria.
Israel anexó la zona en la última etapa de la Guerra de los Seis Días y Donald Trump es el único presidente que ha reconocido esta anexión tras el anuncio de su apoyo en 2019, según BBC. Actualmente, se estima que hay más de 30 asentamientos judíos en la franja junto con grupos de sirios que no abandonaron la zona cuando fue anexionada.
La paz entre Israel y Siria está centrada en la evacuación israelí de la zona, donde el gobierno sirio ha insistido durante mucho tiempo que no considerará un acuerdo de paz si Israel no se retira. Tras la caída del régimen de Assad, la zona que anteriormente estaba desmilitarizada volvió a albergar soldados israelíes. Las críticas han acusado a Israel de aprovecharse del cambio de poder sirio para apropiarse del territorio, de acuerdo con AP.
Según un oficial militar: “El plan en este momento es que esto es un paso temporal para asegurar que se mantenga la estabilidad en la frontera, asegurando que la zona desmilitarizada se mantenga y que las fuerzas de la ONU puedan permanecer”, de acuerdo con AP.
La tensión entre Israel y Siria
Siria nunca ha reconocido el estatus de Israel como país. Además de la disputa territorial por los Altos de Golán, parte de las tensiones emanan de conflictos respecto a los derechos de utilizar el agua del Río Jordán y el mar de Galilea junto con el rol que juega Hezbolá.
La guerra perpetua entre Israel y Siria abarca tanto altos al fuego, violaciones de estas y el involucramiento del Líbano y Hezbolá. Siria ha sido uno de los grandes apoyos a Hezbolá y, según el profesor catedrático de derecho internacional público y relaciones internacionales, Romualdo Bermejo, Siria ha seguido con “el control que mantiene sobre Hezbollah”. Por ello, no es de extrañar las relaciones hostiles entre los dos países. Sin embargo, además de estas relaciones, la columna vertebral del conflicto ha sido y es actualmente la disputa por los Altos de Golán.
Los ataques israelíes de este fin de semana fueron considerados por las fuerzas armadas israelíes amenazas militares dado que el grupo de rebeldes tiene asociaciones con grupos extremistas como ISIS y Al-Qaeda, dando lugar a la posibilidad de que se utilicen contra Israel, según el New York Times.
El Gobierno de Francia ha pedido este miércoles a Israel retirarse de la "zona de amortiguación" y los puntos cercanos a la frontera con Siria, una operación que ha calificado como una "violación de los acuerdos de retirada" firmados en 1974 por las partes.
El presidente israelí ha afirmado que el despliegue militar en los Altos de Golán es temporal, ha sembrado dudas sobre el plan verdadero del gobierno. El sábado por la noche, el ejército militar reclamó su asistencia a los observadores de Naciones Unidas que fueron atacados por “personas armadas”. La Agencia de Fuerzas de Paz de Naciones Unidas ha advertido que “grupos armados sin identificar” fueron vistos en la zona, según el New York Times.