Tras la propuesta de aranceles y sanciones a Israel por parte de Europa, el Gobierno de Benjamín Netanyahu ha esgrimido su respuesta con una nueva amenaza en caso de que estas medidas lleguen a materializarse en su contra como represalia ante la masacre en la Franja de Gaza.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha anunciado este miércoles la propuesta de Bruselas para introducir sanciones y suspensión de fondos en el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea (UE) e Israel, el cual no incluye una ruptura del acuerdo comercial que sí se contemplaba en un principio.

Su aprobación está en manos de una mayoría cualificada de los líderes del Veintisiete. En este sentido, la Alta Representante de la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, ha alegado que el "objetivo no es castigar a Israel sino mejorar la situación humanitaria en Gaza", "insostenible".

Ante ello, el Ejecutivo hebreo, en voz de su ministro de Exteriores, Gideon Saar, lo ha tildado de paquete de medidas “distorsionado moral y políticamente”: “Las medidas contra Israel recibirán la respuesta correspondiente. Esperamos no tener que tomarla”, ha advertido a través de redes sociales.

En este sentido, tanto las posibles sanciones como la suspensión de fondos de parte de Bruselas, “perjudicarían los intereses de la propia Europa”, según Israel, cuyo titular de Exteriores ha garantizado que “seguirá luchando con la ayuda de sus amigos en Europa frente a los intentos de dañarlo mientras libra una guerra existencial”.

 

Cabe reiterar que, entre las medidas de Bruselas, también se incluye sanciones a los ministros israelíes de carácter ultraderechista Bezalel Smotrich, de Finanzas, e Itamar Ben Gvir, de Seguridad Nacional, además de colonos violentos y otros dirigentes de Hamás.

Bruselas da un paso adelante

En lo que concierne expresamente a la toma de medidas en el seno europeo, en palabras de Kallas en rueda de prensa, “la ofensiva del Gobierno israelí contra la Franja de Gaza es una nueva escalada en la guerra que va a profundizar más la crisis humanitaria”, teniendo en cuenta que ya son más de 65.000 las víctimas mortales, un importante porcentaje de ellas niños.

De esta manera, el planteamiento de Bruselas pasa por suspender las disposiciones preferenciales sobre el comercio de bienes, servicios, competencia y contratación pública, lo que no afecta directamente al libre comercio y circulación de bienes, puesto que seguirá fluyendo.

Este escenario se traduce, en términos numéricos, que el impacto económico de la suspensión parcial afectaría al 37% de las exportaciones de Israel a la UE, séase, 5.800 millones de euros. A su vez, Bruselas estima que si el comercio se mantiene tal y como hasta ahora, las exportaciones del Estado hebreo tendrían que pagar unos 227 millones de euros en aduanas durante un año.

Otra parte a tener en cuenta del paquete de sanciones propuesto por Bruselas es la declaración de suspender temporalmente el apoyo bilateral al Gobierno israelí, el cual dejaría de recibir seis millones de euros de acuerdo con el marco de mecanismo regional para lo que resta de este año y que aún quedan pendientes.

A su vez, también se verían afectados los contratos de proyectos individuales en funcionamiento, lo que se traduce en 14,14 millones entre 2020 y 2024, una tarea expresa del Ejecutivo comunitario de Von der Leyen.

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