El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha señalado este miércoles al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por haber boicoteado de nuevo un acuerdo para liberar a los rehenes después de pretender imponer nuevas condiciones.

Hamás ha explicado en un comunicado que el acuerdo estaba "disponible" hasta que "la ocupación planteó nuevas cuestiones y condiciones" relacionadas con la retirada de las tropas israelíes de la Franja de Gaza, el alto el fuego, la liberación de los presos palestinos y el regreso de los desplazados por los ataques. "Hemos demostrado responsabilidad y flexibilidad", ha dicho Hamás. En cambio, ha reprochado, no es la primera vez que Netanyahu obstaculiza las negociaciones para alcanzar un alto el fuego y el intercambio de rehenes por presos palestinos.

De acuerdo con algunos medios israelíes, Hamás se habría negado a entregar una lista con los nombres de los rehenes, tal y como exigía el Gobierno israelí, que se levantó de la mesa de negociación este martes tras más de una semana de intensos encuentros en Doha, capital de Qatar, con la mediación de Estados Unidos y Egipto.

Estas informaciones, citando fuentes de Hamás, apuntan a que el grupo palestino estaría dispuesto a entregar una lista con los nombres de las personas que podrían ser liberados en una primera fase tras el alto el fuego, pero no así una completa con la identidad del centenar de rehenes que siguen bajo cautiverio.

Netanyahu, bajo orden de arresto por crímenes de guerra

El pasado mes de noviembre, el Tribunal Penal Internacional (TPI) dictó órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y también contra el anterior responsable de Defensa, Yoav Gallant, por los presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados en la ofensiva militar sobre la Franja de Gaza desde el recrudecimiento del conflicto el pasado 7 de octubre de 2023.

La corte ordenó también la detención del jefe del ala militar de Hamás, Mohamed Diab al Masri, conocido como 'Abú Deif', después de que otros dirigentes islamistas señalados previamente, entre ellos Yahya Sinwar e Ismail Haniye hayan perdido la vida en los últimos meses en operaciones israelíes.

El TPI señalaba en noviembre que, "en relación con los crímenes, la Sala de Cuestiones Preliminares I de la Corte encontró motivos razonables para creer que Netanyahu y Gallant son cada uno de ellos responsables penalmente de los siguientes crímenes como coautores por haber cometido los actos conjuntamente con otros: el crimen de guerra de hacer morir de hambre como método de guerra; y los crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos". La misma sala también ha hallado motivos por los que creer que ambos señalados "tienen cada uno responsabilidad penal como superiores civiles por el crimen de guerra de dirigir intencionalmente un ataque contra la población civil".

Estados Unidos y los vetos al alto el fuego

Además de las acusaciones de Hamás contra Netanyahu, lo cierto es que Israel no es la única parte que ha vetado potenciales acuerdos de paz: por su parte, Estados Unidos también ha vetado con anterioridad posibles resoluciones, aludiendo a que no tienen la liberación de rehenes como centro de las negociaciones.

También en noviembre, Estados Unidos volvió a hacer uso de su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para echar por tierra una resolución que reclamaba un alto el fuego "inmediato" e "incondicional" en la Franja de Gaza, alegando que el llamamiento no iba vinculado directamente a la liberación de los rehenes que aún siguen secuestrados.

El documento, impulsado por los miembros no permanentes del Consejo, fue votado a favor por 14 de los 15 países que integran el principal órgano ejecutivo de la ONU, pero el 'no' de Estados Unidos y su poder para vetar cualquier iniciativa fueron suficientes para que no salga adelante, como ya había ocurrido en otras tres ocasiones previas. Ahora, es Netanyahu quien, presuntamente, habría impuesto nuevas condiciones sobre una cuestión ya más que asumida por todas las partes para alcanzar el cese de las hostilidades.