Apenas una semana después de conocer que Liverpool acogerá Eurovisión 2023, son muchos los países que están comenzando a ultimar sus preselecciones o los procesos internos para elegir sus representantes. No obstante, antes de buscar la canción y el intérprete, los países deben confirmar su participación.

Por lo pronto, todo parece indicar que el número de delegaciones que llegarán a Liverpool será menor que el que fue a Turín el pasado mes de mayo. Este viernes hemos conocido que Bulgaria, Macedonia del Norte y Montenegro se bajan de la competición. La crisis energética y las gestiones geopolíticas en cada región han ocasionado un adiós histórico.

Montenegro ha sido el primero de los tres países en confirmar los rumores de retirada. Alegando cuestiones económicas, la RTCG (televisión pública del país) ha indicado que este 2022 no acudirán a Reino Unido decidiendo que "la partida económica" destinada a Eurovisión se redirija a "financiar proyectos nacionales actuales y a reformas estructurales y programáticas". "Además de la elevada cuota de participación, así como de la estancia en Gran Bretaña, también nos enfrentamos a la falta de interés de los patrocinadores, por lo que decidimos dirigir los recursos existentes a importantes inversiones en equipamientos y locales", expresaba en un comunicado a RTCG.

Lo cierto es que no es el único motivo. Aparte de la versión oficial, Montenegro está inmersa en una crisis política. El pasado 20 de agosto se produjo una moción de censura contra el gabinete del primer ministro, Dritan Abazovic, apenas 100 días después de formar Gobierno. En febrero, otra moción hacía caer al Gobierno de Zdravko Krivokapic, que contaba con el respaldo de la Iglesia ortodoxa serbia.

"Montenegro es un país que en el momento en el que tiene problemas económicos se retira de Eurovisión", asegura el periodista experto en Eurovisión Luis Mesa. Por ello, destaca motivos propios del festival: "Ahora la sensación que da es que no quedaron contentos en Turín, fueron de los países más perjudicados por la puesta en escena. Vladana rajó lo que no estaba escrito y se une que la situación está muy mal y que depende todo del precio de la luz. Se retiran y lo verán el año que viene".

Además, indica que este año hubiera sido el primero en el que hubieran renunciado a su mítica balada balcánica: "Ellos se han agarrado siempre a la balada balcánica. Tienen la malísima suerte de debutar de manera independiente en Eurovisión en el año en el que gana Serbia con Molitva. Aunque este año tenían una balada balcánica con toque sueco, lo curioso es que tenían apalabrada a Enisa, representante de Nueva York en el American Song Contest. De haber participado sería de todo menos una balada".

No obstante, cabe resaltar que dentro de Montenegro existe una gran división. Entre sus poco más de 600.000 habitantes hay quienes se identifican como montenegrinos y como serbios prorrusos. En un contexto como el actual, destaca que Montenegro también es miembro de la OTAN desde 2017 y aspira a ingresar en la Unión Europea.

A pesar de todo, es habitual que países con televisiones modestas como la RTCG rechacen formar parte de Eurovisión. En 2021, tras la pandemia, y tal y como cuenta Mesa, el motivo de no participar en años anteriores fue por la compra de unos coches: "Querían comprar cuatro coches para los informativos que les costaban 135.000 euros y decidieron no participar".

La tensión entre Macedonia y Bulgaria

Por su parte, Macedonia del Norte ha alegado que se retira para poder hacer frente al "precio de la luz". Así lo confirmaba este viernes la directora de la MRT, Marjan Cvetkovski, al medio local MMS. Además, la cuenta oficial de Eurovisión del país anunciaba que retransmitirán tanto las semifinales como la gran final en Liverpool y se mostraba esperanzaos para que la situación económica mejorase y estuvieran de vuelta en 2024.

No obstante, el ultranacionalismo del país y las tensiones con Bulgaria llevan ocasionando profundas polémicas en Eurovisión. "Macedonia tiene problemas con las tensiones con Bulgaria. Hace 17 años pidió ser miembro de la Unión Europea y Bulgaria al ser miembro de facto lo bloquea. Hay mucha tensión entre los dos países", contextualiza Luis Mesa.

Así, sus dos últimos representantes se han visto envueltos en polémicas: "Con Vasil pasó que durante un videoclip se veía en una pared algo que sugería una bandera de Bulgaria y se produjo una protesta de las fuerzas nacionalistas". No obstante, el artista al año siguiente fue el compositor de la canción búlgara en Eurovisión Junior. "Alguna unión tenía", indica el experto eurovisivo. Conexión aparte, lo vivido en mayo con Andrea, su última representante, dio la vuelta al mundo. "Andrea tiró una banderita para hacerse una foto en la flag parade y en Macedonia tirar una bandera al suelo está tipificado en la ley. Tuvo que pedir perdón y la televisión no descartó incluso retirarse del certamen ese mismo año y ahora se han retirado. Lo curioso es que el año pasado invirtieron en el festival e incluso hicieron una preselección. Ahora vuelan y veremos cuando regresan", explica Mesa apenado.

De esta forma aparece en escena Bulgaria. El país, que en los últimos años ha luchado como pocos por el micrófono de cristal, se ha retirado indefinidamente del festival. "El festival ya no interesa a la televisión pública búlgara", ha indicado la BNT en las últimas horas, a través de mensajes enviados en sus redes sociales.

"Con Bulgaria nos enteramos de que no estaba en el Junior por un tuit", ejemplifica Mesa, dejando claro que tampoco vamos a conocer muchos más detalles. "Y decir que nos enteramos es un decir porque nos tiene bloqueados a medio mundo. La cuenta ha sido desactivada en la tarde del viernes. Tienen un clima político complicado porque llevan tres elecciones en los últimos meses, tuvieron una moción de censura en junio, no hay poder ejecutivo y las fuerzas políticas que cuentan con más apoyo son de todo menos europeístas. Ante esta situación la BNT, que depende del Gobierno, habrá dicho cierro filas y me retiro", explica.

No obstante, su salida no sorprende. Sus últimos éxitos, como los cosechados con Victoria, Equinox o Poli Genova, hicieron que no bajaran de la séptima dirección en los últimos años. "Ellos llevaban a una agencia de la mano del jefe de delegación, Vasil Ivanov. Apostaron por muy buenas apuestas", reconoce Mesa. "La deriva desde el año pasado es enorme", comenta, explicando que todo pasó a estar controlado por un magnate de una farmacéutica que "puso todo a billetes" de la mano del grupo Intelligent Music Proyect. Su vocalista, Ronnie Romero, tuvo problemas con la justicia española y, en boca de Mesa, "fue un desastre absoluto". "Durante el festival tuvieron críticas a otros países en redes, hubo comentarios homófobos... Tiene pinta de que no van a volver", reconoce.

La reacción de la UER

Tras las tres salidas, Eurovisión 2023 contaría, en principio, con 37 delegaciones. No obstante, Mesa se muestra esperanzado. "Leo mucho que la culpa es de la UER y no, la culpa es de la Europa que se nos está quedando. Tenemos a un país invadiendo un territorio limítrofe con la Unión Europea, una crisis económica brutal y un auge de los nacionalismos tremendo. Cuando hay un auge nacionalista lo primero es atacar a Europa", subraya.

Así, pone el foco en Moldavia, que es uno de los países más pobres que concursan y que está fuertemente condicionado por la invasión rusa debido a su cercanía. "La UER buscará soluciones y puede que Kazajistán debute. Allí Eurovisión lo lleva una agencia de noticias y aseguran que estaban en negociaciones. Con el debut serían 38 países, aunque en 2014 fueron 37 y fue un festivalón", senteica Luis Mesa con optimismo.