El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha confirmado su candidatura para presidir el Eurogrupo. Su nombre sonaba desde mayo y el viernes pasado no descartaba la posibilidad. Una semana después, el que fuera el sucesor de Nadia Calviño, ahora presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), busca subir un escalón más. Para ganar adeptos, ofrece un abordaje “urgente, ágil y con ambición” de la agenda política europea, más en un momento geopolítico inestable, del que cree que el Eurogrupo debe ser una pieza clave.
"Un paso al frente para dar impulso renovado a una institución que debe jugar un papel clave en la agenda política europea y lograr resultados tangibles en materia de crecimiento, competitividad, estado de bienestar e integración", ha anunciado el propio Cuerpo a través de sus redes sociales. "Tu gestión, tu compromiso y tu trabajo te avalan, Carlos. Sería un honor y un orgullo para nuestro país y nuestro Gobierno que presidieras el Eurogrupo, que debe jugar un papel aún más fuerte en estos momentos", le ha dedicado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "Por una Europa más próspera, unida y sostenible", ha trasladado.
Dura competencia
El encargado de las cuentas nacionales le plantará cara al conservador Paschal Donohoe, ministro irlandés de Finanzas que ha recibido el visto bueno de sus homólogos del Partido Popular Europeo (PPE) para optar a la reelección. Donohoe persigue su tercer mandato al frente del organismo en el que se dan cita los ministros económicos de los veinte países que comparten el euro como divisa común y la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y al que ahora quieren llegar los socialistas a través de la figura del ministro español.
Desde Economía, Comercio y Empresa trasladan que la intención de Cuerpo es aportar un “nuevo impulso” que permita avanzar en ámbitos “determinantes” como “el crecimiento, el refuerzo del estado del bienestar y la integración entre los países de la eurozona”. En estos tres grandes grupos, desde el Ministerio español destacan puntos clave como la agenda para el impulso de la competitividad, la profundización de la Unión de Ahorros e Inversiones, para avanzar en el Mercado Único europeo; y el refuerzo del papel internacional del euro, así como la estabilidad financiera y la responsabilidad fiscal.
La candidatura española buscará aprovechar el descontento existente con la labor del irlandés, escenificado sin mención expresa en la última reunión del órgano preparatorio de las reuniones, a la que no asistieron Alemania, Francia, Italia, España y Países Bajos. Los cinco grandes países de la Unión Europea y la eurozona plantean cambios en la forma de trabajo y nuevos impulsos a materias clave como la Unión Bancaria y la Unión del Mercado de Capitales, en las que Cuerpo gana ventaja. "Un reconocimiento al trabajo realizado en los últimos años”, reaccionó con ironía Donohoe a estas ausencias.
Principales hándicaps
Cuerpo intentará llevarse al gato al agua con una defensa del proyecto común, en el que está seguro que el Eurogrupo debe ser “la palanca para impulsarlo”. Sin embargo, más allá de validez en los perfiles, el peso de las familias ideológicas también es muy importante. Donohoe recibió el respaldo del PP europeo hace escasos días, grupo mayoritario en Europa.
Otro hándicap del ministro español podría ser la fuerte presencia de compatriotas en puestos comunitarios, pues, más allá de Calviño, también están presentes Luis de Guindos (vicepresidente del BCE), Teresa Ribera (vicepresidenta de la Comisión Europea y máxima autoridad de Competencia) o José Manuel Campa (director de la Autoridad Bancaria Europea).
Compatible con el cargo de ministro
La presidencia del Eurogrupo es compatible con el desempeño ministerial en los países de origen y, aunque significaría una carga de trabajo extra, Cuerpo está decidido a dar el paso. El mandato del irlandés finaliza en julio y la para conocer si España se hace con otro cargo de responsabilidad europeo solo habrá que esperar al 7 de julio, cuando esta fechada la próxima reunión del Eurogrupo. Con Calviño en el BEI, donde desembarcó después de perder esta misma lucha frente Donohoe, y Ribera de vicepresidenta en la Comisión, el país ganaría aún más espacio en un órgano clave.
El intento merece la pena, consideran desde Economía, dado que el órgano que se reúne una vez al mes tiene una fuerte influencia. Más allá de presidir las reuniones de los Veinte y marcar la agenda, el responsable del cargo también tiene una posición importante en las reuniones internacionales del G7 y el G20. Estando España excluida de ambos foros para la cooperación económica, financiera y política, aunque con invitación permanente en el más grande de los dos, la presidencia de Cuerpo del Eurogrupo podría dar más espacio al país.