El Gobierno de China ha expresado una firme condena a los recientes ataques de Israel en Líbano ataques de Israel en Líbano este martes, que tuvieron lugar este lunes y resultaron en la muerte de cerca de 500 personas y más de 1.600 heridos. En una declaración, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha criticado el uso de la fuerza y ha afirmado que "la fuerza no representa la verdad" y que "la violencia no solucionará los problemas en Oriente Próximo".
Durante una reunión en Nueva York con su homólogo libanés, Abdalá bu Habib, Wang Yi ha reiterado el apoyo de Pekín a la soberanía, seguridad y dignidad nacional de Líbano. "Estamos prestando mucha atención al desarrollo de la situación en la región, especialmente a la reciente explosión de dispositivos de comunicaciones en Líbano y nos oponemos firmemente a los ataques indiscriminados contra civiles", declaró el ministro chino.
China condena los ataques de Israel
Wang Yi ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para adoptar una "postura más clara" frente a la crisis en Oriente Próximo y ha subrayado la necesidad de que los países de la región unifiquen sus voces. Además, ha reafirmado el compromiso de China con la solución de dos Estados, incluyendo la creación de un Estado palestino según las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital, una posición respaldada por Naciones Unidas.
El ministro chino ha enfatizado que "sólo de esta forma se puede tomar un camino hacia la reducción del conflicto", mostrando la disposición de China a continuar trabajando con los países árabes y la comunidad internacional en este sentido. "No importa cuánto cambie la situación, China siempre estará del lado de la justicia y de los hermanos árabes, incluido Líbano", concluyó Wang.
Los recientes aumentos de tensión en la región fueron marcados especialmente tras una serie de explosiones coordinadas la semana pasada, atribuidas a Hezbolá, que dejaron alrededor de 40 muertos y unos 3.000 heridos. La situación se agravó aún más el viernes, cuando más de 50 personas murieron en un bombardeo israelí en el sur de Beirut. Entre las víctimas se encontraba Ibrahim Akil, un alto cargo del grupo libanés.
Este conflicto se intensificó después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas lanzaran ataques contra Israel el 7 de octubre, provocando casi 1.200 muertos y más de 250 rehenes. La respuesta militar de Israel en Gaza ha dejado un saldo de más de 41.400 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este.