Las víctimas mortales a causa del bombardeo ejecutado el viernes por el Ejército de Israel contra el sur de la capital de Líbano, Beirut, ya asciende a 45, según han informado las autoridades del país, que han confirmado también que los trabajos de rescate y búsqueda siguen activos más de 48 horas después del ataque.

El Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Sanidad libanés ha indicado que los equipos de rescate siguen retirando escombros en la zona y ha confirmado que el proceso de identificación de las víctimas ha comenzado ya, según ha documentado la agencia estatal libanesa de noticias NNA.

Las autoridades libanesas especificaron el sábado que entre los muertos había al menos tres niños, al tiempo que cifró en cerca de 70 los muertos, entre ellos Ibrahim Akil, un alto cargo del principal organismo militar del partido-milicia chií Hezbolá que fue identificado por Israel como objetivo del bombardeo. Akil estaba reunido con altos mandos de la Fuerza Raduán bajo un edificio residencial de un barrio en el sur de Beirut cuando se produjo el ataque, en el que, según la versión israelí, murieron otros 15 comandantes de Hezbolá, incluido Ahmed Wahbi, responsable de entrenamiento del grupo.

El bombardeo tuvo lugar días después de una oleada de explosiones coordinadas en dispositivos de comunicación supuestamente por Hezbolá, que dejó alrededor de 40 muertos y unos 3.000 heridos. Gran parte de la comunidad internacional, incluida Naciones Unidas, ha mostrado su preocupación por este suceso al ser un ataque indiscriminado que afectó a víctimas civiles sin nada que ver con la milicia.

Tensiones muy delicadas

Este ataque se produce, además, en medio de un reciente crecimiento de las tensiones tras dos días consecutivos de explosiones de dispositivos de comunicaciones de grupo en Líbano, que dejaron otros 40 muertos y 3.000 heridos, según los balances de las autoridades libanesas. Este ataque también se le atribuye a la inteligencia israelí.

Está previsto que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebre una reunión este mismo viernes para abordar los citados ataques contra dispositivos portátiles, cuyo carácter indiscriminado, que quedó palpable con explosiones en lugares ajenos al ámbito militar o con gran afluencia de gente, provocando víctimas inocentes, ha sido criticado por la ONU, cuyo secretario general, António Guterres, ha instado a no utilizar como armas objetos civiles.

Mikati hizo este jueves un llamamiento al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que "adopte una posición firme en contra de la agresión israelí y su guerra tecnológica", mientras que el secretario general de Hezbolá, Hasán Nasralá, acusó a Israel de provocar una "masacre sin precedentes" y "superar todas las líneas rojas".

El repunte de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá supone un nuevo episodio en las turbulentas relaciones históricas entre Israel y el Líbano, y ha vuelto a sembrar los rumores de una posible expansión del conflicto en Oriente Próximo. En este contexto, el Ejército de Israel presentó la semana pasada a Estados Unidos sus "planes operativos" respecto a Líbano, que contemplan movimientos ofensivos como el ocurrido este viernes.

Irán insta a los países musulmanes a romper lazos económicos con Israel

Por su parte, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha hecho un llamamiento urgente a todos los países musulmanes para que cesen cualquier relación económica con Israel. A su juicio, se trata de un "mínimo" esfuerzo que las naciones islámicas pueden realizar en respuesta a los continuos ataques israelíes en Gaza, Cisjordania y Líbano. "Cuando el régimen sionista no pudo golpear a los combatientes en Palestina, desató su furia ciega y maligna sobre niños y pacientes de hospitales", denunció el líder iraní.

En un discurso durante la 38ª Conferencia de la Unidad Islámica, celebrada en la mezquita Imán Homeini de Teherán, Jamenei destacó la necesidad de que la comunidad islámica recurra a su "fuerza interior" para, según sus palabras, "extirpar al régimen sionista del corazón de la comunidad islámica". Además, hizo referencia a una enseñanza del profeta Mahoma sobre la importancia de la unidad entre los musulmanes, especialmente relevante hoy en día para enfrentar los "bárbaros crímenes" israelíes y eliminar la influencia estadounidense en la región.