El pacto de Unidas Podemos y PSOE rubricado en forma de preacuerdo por sus respectivos líderes este lunes ha provocado una auténtica marejada de reacciones. Juntos suman 155 escaños, por lo que distintas fuerzas del arco parlamentario deberán apoyar o abstenerse para que la aritmética sea favorable a los intereses de la fórmula.
Ciudadanos es uno de los partidos que está en el foco de todos los analistas. Descabezados y tras sufrir un revés electoral de 47 escaños, los naranjas buscan un nuevo rumbo con el que rearmarse ideológicamente y encontrar el perfil propio abandonado gracias al letargo del oficialismo cuando muchos críticos advertían de los peligros de derechizar su discurso y rehusar cualquier tipo de canal de comunicación con Pedro Sánchez.
Inés Arrimadas, que parte en cabeza de todas las encuestas internas y externas del partido para tomar el relevo de Albert Rivera, ha apostado por un pacto entre constitucionalistas que deje fuera a Pablo Iglesias y los suyos. A través de un mensaje en redes sociales, la dirigente catalana ha señalado que “aún estamos a tiempo de que Sánchez rectifique”. “En un momento como este, apelamos a la responsabilidad de PSOE y PP para llegar a un acuerdo moderado y constitucionalista con Ciudadanos basado en Pactos de Estado buenos para nuestro país. Por el bien de España”, ha sentenciado.
En la misma línea, el partido ha hecho público un comunicado minutos más tarde de que Iglesias y Sánchez comparecieran de forma conjunta, alrededor de las 14 horas, para firmar un preacuerdo progresista que acercara la posibilidad de tener el primer Gobierno de coalición de la democracia española.
“Ciudadanos no puede apoyar que Sánchez y Podemos lleven las riendas del Gobierno de España. Es nefasto y contrario a los intereses de la mayoría de españoles”, ha señalado la formación, antes de añadir que Pedro Sánchez “hace dos días no podía dormir por Podemos y ahora van a vivir juntos”.
