En las últimas horas han trascendido varios nombres de políticos que, aprovechando los privilegios de su cargo, se han anticipado a vacunarse antes de tiempo, saltándose los protocolos de vacunación nacionales. Uno de los casos más sangrantes sido el del consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, quien en una rueda de prensa este miércoles ha rehusado dimitir por vacunarse tanto él como otros funcionarios de la consejería y altos cargos del Servicio Murciano de Salud (SMS). Ciudadanos, su socio de Gobierno, presiona para que deje el cargo mientras el PP, que denunció que otros políticos se vacunaran, ha evitado reprochar su actitud.

La desfachatez es tal que su mujer, María Teresa Martínez Ros, directora general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano en la consejería que dirige su marid; también se ha vacunado.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha solicitado la dimisión de Villegas durante una rueda de prensa en Sevilla. Dirigiéndose directamente al presidete de la Región de Murcia, Fernando López Miras (PP), ha denunciado que "es absolutamente intolerable e indignante que haya políticos que se hayan saltado la cola y que se hayan puesto los primeros para vacunarse. Esto no lo entiende absolutamente nadie y es un insulto a todas las personas mayores, a los enfermos crónicos y a los sanitarios que están pacientemente esperando que les llegue la vacuna".

Por su parte, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha defendido al consejero popular y ha remarcado que no dejará el cargo.

Se abre así una fractura notable en el seno del Ejecutivo regional: los naranjas presionan para que deje su cargo mientras los populares evitan reprochar la actitud de Villegas pese a que hicieron lo propio con ediles socialistas en otros puntos de la geografía española.

Según ha argumentado el propio Villegas, la vacunación del personal de la Consejería y de los altos cargos se ha realizado "una vez que se ha vacunado ya a todo el personal que está en primera línea", y prueba de ello es que no ha habido voluntad de "ocultar nada, se ha actuado con normalidad, no ha habido distinciones entre profesionales y se ha hecho lo que se debía hacer, sin tratos de favor ni privilegios", ha remarcado.

Es más, ha aclarado que se optó precisamente por vacunar a toda la Consejería para "evitar privilegios, somos un equipo y todo el mundo es importante".

Ciudadanos pide su dimisión

Además de Arrimadas, el diputado y portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, también ha censurado el escándalo de Murcia. Bal, antes incluso que la líder de la formación, calificó el episodio de “indignante” por aprovechar “su puesto para vacunarse mientras la región tiene la segunda incidencia acumulada más alta de España”.

El dirigente naranja ha asegurado que su formación “desconocía este escándalo” y “exigimos su dimisión”.

“A los políticos nos toca dar ejemplo, no vergüenza”, sentenció en su cuenta oficial de Twitter.