Los turnos de réplica de la sesión de investidura de este miércoles dejaron varios momentos para el recuerdo, pero puede que uno de los más llamativos fue cuando el líder de Podemos, Pablo Iglesias, acusó al expresidentes Felipe González de "tener las manos manchadas de cal viva".

Un día después, el expresidentes socialista ha querido responderle y ha asegurado que esa acusación es "un magnífico autorretrato" de quien la pronunció. "Habla desde la rabia y el odio, está sobrecargado y debería serenarse un poco", ha lamentado González. Pese a lo duro de las palabras, ha preferido mirar hacia otro lado diciendo que para él no pueden ser ofensa. "A estas alturas no me voy a ofender", ha insistido para añadir que Iglesias es un "buen discípulo de Anguita", líder de IU cuando él ocupaba La Moncloa.

Sánchez junto a Felipe

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y González han estado este jueves juntos en un homenaje al escritor Gabriel García Márquez.

Después de que se produjera el ataque de Iglesias, Sánchez ya salió en defensa del expresidente del Gobierno. "Me siento muy orgulloso de Felipe González. Nosotros no jugamos con el terrorismo, quizá porque lo hemos sufrido en nuestras propias filas", aseguró. Hoy también ha querido estar junto a él.