El Partido Popular no esconde su optimismo de cara al 28-M. A falta de escasos 76 días para votar en las elecciones municipales y autonómicas el PP ultima ya la campaña de sus candidatos por las que pasa el escenario postelectoral en el que Vox será una figura clave para ocupar el poder.
Alberto Núñez Feijóo quiere ampliar el espectro político del PP a costa del votante del PSOE y conseguir absorber buena parte de los votos de Vox en una política de "voto útil". De esta forma, pretende dejar fuera de un posible futuro gobierno a Santiago Abascal y gobernar en solitario así como en el máximo número de ayuntamientos y comunidades posibles.
Bajando al suelo, lo cierto es que el escenario no es tan positivo y que los pactos serán necesarios. Así, Feijóo dará la total libertad a sus candidatos para establecer la hoja de ruta para formar gonierno y decidir si suman o no con Vox. Se trata de un cambio de postura oficial ya que hasta ahora nunca se hablaba activamente de pactar con la ultraderecha tras unos comicios.
Sumar con los de Abascal en territorios en los que tienen posibilidades como Castilla-La Mancha, La Rioja, Islas Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana y Extremadura ya no se antoja imposible y creen que los votos, más en clave nacional que municipal, puede beneficiar al PP. Además, Génova va a dar libertad y no habrá una fiscalización del acuerdo como la que había en la época de Pablo Casado.
Los modelos Moreno y Ayuso
Ese intervencionismo desde Génova parece que no volverá a producirse aunque sí que habrá directrices lanzadas desde Madrid. Por el momento, el PP aspira a gobernar en las máximas regiones posibles y expandir el modelo de Juanma Moreno: convencer al electorado de que lo mejor es que el PP gobierne en solitario y que Vox se quede fuera. Este argumento fue el utilizado por muchos votantes socialistas en Andalucía que acabaron eligiendo la papeleta azul para evitar que la ultraderecha se sentara la Junta de Andalucía.
En el caso de que no exista una victoria tan arrolladora, el PP quiere replicar el modelo de Ayuso y gobernar sin mayoría sin tener a Vox en los diferentes gobiernos. En el caso de que Vox decida no apoyar al PP al no estar en el Gobierno, Génova deja en manos de la ultraderecha explicar que prefieran que gobierne la izquierda antes de las generales.
En caso de que no se replique un resultado como el de Moreno Bonilla o el de Ayuso, el PP deja en manos de cada territorio qué hacer con Vox e, incluso, acercarse al PSOE pidiendo un apoyo o una abstención priorizando un pacto con ellos.
De esta forma, la fórmula parece querer intentarse en zonas como Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana, dos de las principales baronías del PSOE. En Aragón dependerá del resultado. Las encuestas a izquierda y derecha están muy ajustadas y dependerá del escenario que se dibuje el 29 de mayo. Por su parte, en La Rioja el PP confía en seguir subiendo para no necesitar a Vox, finalmente. En cuanto al nivel municipal el PP no tiene tanta presión y confían en que acabe teniendo el bastón de mando el candidato más votado.
Suelo del 32%
En caso de conseguir un buen resultado el 28 de mayo, los populares dan por hecho que ganarán en las generales y que Alberto Núñez Feijóo será el próximo presidente del gobierno. De hecho, creen que superan los resultados de Rajoy en 2016 y que la intención de voto está en el 32% con unos 150 escaños.
En apenas un año, desde la marcha de Pablo Casado, el PP ha aumentado en 60 escaños en sus encuestas y creen que llegará a La Moncloa rechazando un pacto con Vox si tiene ocasión. De hecho, quieren que la investidura se la facilite el PSOE. A apenas ocho días de que se debata la moción de censura presentada por Vox con Ramón Tamames como candidato, Feijóo ha transmitido a los territorios que Vox va a bajar en intención de voto aupando al PP y afianzar esos 150 escaños. Sin embargo, existe la preocupación de que la moción perjudique al PP al movilizarse la izquierda.
Por lo pronto el principal perjudicado será Vox. Tras cuatro meses coqueteando con la moción, a apenas dos meses y medio de las autonómicas y municipales y meses para las generales, continua cuesta abajo en las encuestas. Reforzando al Gobierno y desinflando a la Vox, el PP verá como su lado derecho se debilita dejando en el aire lo que pase tras el 28 de mayo.