El pasado martes, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) publicó un comunicado en el que condenaba “sin paliativos” la agresión por parte de Vox al periodista de Cuatro David Moreno, mientras intentaba entrevistar a Rocío Monasterio, presidenta del partido de ultraderecha en la Comunidad de Madrid, durante la noche electoral del 26M.

"No es la primera vez que la APM ha pedido públicamente a Vox que evite llevar a cabo acciones que limitan los derechos a la libertad de expresión y de información, pilares fundamentales de nuestra democracia y cuya defensa compete de forma especial a los partidos políticos", denuncian.

Como era de esperar, la formación de Santiago Abascal no se ha callado ante esta sentencia, y recrimina a la APM desde su cuenta de Twitter el intentar “dar lecciones de periodismo y de ética periodística” cuando, según ellos, han incumplido “una práctica fundamental de la profesión”, que sería la de informar sobre la versión de Vox.

Además de eso, clarifican defender la libertad de expresión: “Reiteramos el compromiso de Vox con el derecho a la información y a la discrepancia ideológica”, algo que está en contraposición con el hecho de que este mismo partido decide censurar a varios medios de comunicación por considerarlos “manipuladores”.

ElPlural.com fue el primer medio vetado, y lo sigue estando. Además de haber vuelto a expulsar a nuestros redactores del grupo de Whatsapp con el que Vox trata con los periodistas, tampoco responden a los mensajes o llamadas de nuestros periodistas.

Asimismo, medios como Onda Cero, El Español o El País también han ido entrado en la lista negra de la formación de ultraderecha. Ellos mismos afirman que seguirán “rechazando la obligación de acreditar a los manipuladores que reiteradamente han obrado con mala praxis periodística, mintiendo sobre nuestra formación o incumpliendo las mínimas normas de respeto al honor, la privacidad y la propia imagen”.