Paloma Zorrilla, además de abogada, es famosa por su papel de tertuliana en varios programas, siempre en la bancada de la derecha. Hace 15 días que se dio de alta en Vox junto a su marido, el doctor José Miguel Gurrea, pero acaban de salirse del partido de Santiago Abascal después de ser expedientados ambos porque él dirige una clínica médica donde se practican abortos.

“No me puedo creer que me expedienten por mi marido, ya que cada persona es un sujeto independiente”, ha comentado Zorrilla a Noticias de Navarra, tras conocer que el presidente del partido en Navarra, Javier Horno, había tomado medida contra ambos porque el trabajo del marido podría causar un “escándalo”.

Gurrea es socio único de la Clínica Ansoáin, donde se practican interrupciones del embarazo, y junto a su esposa se afiliaron a Vox Navarra hace apenas 15 días, aunque tenían dudas al respecto de la formación. Pero no por su faceta provida, sino por “cuestiones como la foralidad de Navarra”.

Este martes por la tarde, ambos conocían que el partido por el que acababan de fichar les expedientaba a ambos. Cuando Zorrilla preguntó al respecto a Javier Horno, presidente de la comisión gestora de Vox en Navarra, la explicación dada fue el trabajo de su marido: “Me vino a decir que el hecho de que mi marido practique abortos puede ser un escándalo para el partido”. Ahora, Zorrilla se siente “profundamente engañada y decepcionada” con Vox porque “pensaba que era aconfesional”.

“Me arrepiento profundamente de haber estado en Vox”, ha señalado Zorrilla, que como su marido se ha dado de baja en la formación después de ser expedientados. Un terremoto interno en el peor momento, cuando hoy Santiago Abacal acude a Pamplona para celebrar un acto en un hotel de la ciudad donde dará a conocer el partido a militantes y simpatizantes.