Última actualización hace 4 años
El expresident de la Generalitat, tras sopesarlo durante varias horas con su equipo jurídico, desiste acudir a Francia y retornará a Bruselas pese a la manifestación convocada ante el Parlamento Europeo en la localidad gala.
"Un minuto antes de comparecer aquí he hablado con los grupos parlamentarios para darles a conocer la fecha", explica Meritxell Batet. Además, ha anunciado que la Diputación Permanente se podría constituir el 23 de julio, en pleno debate de investidura. "Espero que los diferentes grupos alcancen un acuerdo", señala. "Cada legislatura tiene unas circunstancias distintas y no estamos en fechas significativamente diversas a las que ha habido otros años", explica.
La presidenta del Congreso espera que la investidura prospere y se derive el "otorgamiento de la confianza" por parte de la Cámara a Pedro Sánchez. Esta ha sido la finalidad principal y, así, tendrá "unos días más" para hablar con los diferentes grupos parlamentarios.
"La convocatoria del control está en manos de varias vías. Se puede solicitar por la mayoría absoluta de la Cámara o mediante otras circunstancias", señala. Batet asegura que el control al Gobierno ha empezado y se han admitido "varias" preguntas escritas. "El control se está ejerciendo", asevera.
La presidenta del Congreso ha comparecido ante los medios de comunicación para anunciar la fecha de la investidura. La sesión se producirá el 22 de julio.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha agradecido la presencia a la gente que participará en la manifestación independentista de este martes en Estrasburgo (Francia), y ha advertido: "Luchamos. Que lo tengan claro nuestros ilusos perseguidores".
Lo ha escrito en una publicación de Twitter recogida por Europa Press este martes, donde ha escrito que mientras algunos querrían calles vacías y resignadas, "nosotros llenamos, hablamos, luchamos".
La manifestación se produce el día en el que se constituye el Parlamento Europeo tras las elecciones del 26 de mayo, con la duda de si acudirán el exconseller Toni Comín, y Puigdemont, que ha añadido: "Las calles de Estrasburgo hablan catalán, pero sobre todo hablan demócrata".
Este martes está convocada una manifestación en las puertas del Parlamento Europeo en Estrasburgo con motivo de su sesión constitutiva y ante la negativa a permitir que Puigdemont tome posesión.
Más de 80 autocares y varios vuelos chárter han viajado hasta la ciudad europea para una concentración convocada por varias entidades soberanistas.
El expresident de la Generalitat está jugando al despiste, una vez más. No podrá estar en la Constitución del Parlamento Europeo pero sí ha insinuado con un tuit y una foto junto a un autobús de Lleida que viaja a la ciudad francesa: "Muy feliz de encontrarme con la gente que ha venido de nuestro país a defender los derechos de los ciudadanos europeos".
Su abogado, Gonzalo Boye, ha confirmado que Puigdemont se encuentra en la región de Alsacia, en territorio alemán, a 3 km de Estrasburgo. En estos momentos, según Boye, "aún no se ha decidido" si entrar en Francia porque "el riesgo de una detención es muy elevado".
La intención del Gobierno era llevar la votación a la primera quincena de julio, con el día 9 como fecha probable. Ahora se maneja ya la segunda parte del mes. La intención de Pedro Sánchez es abrir una nueva ronda de contactos con el resto de líderes, unos encuentros para los que aún no hay fechas, al menos públicas.
En Moncloa se baraja el 23 de julio como la fecha, teniendo en cuenta que si la votación se celebrara el día 16, las hipotéticas elecciones caerían el 3 de noviembre, en el Puente de todos los Santos.
Si la cita en el Congreso es el martes 23, las eventuales elecciones serían el 10 de noviembre. No obstante, es pronto para descartar cualquier martes de julio. La primera votación tiene que ser ese día para que los comicios caigan en domingo.
No parece probable que pase del día 23, ya que de celebrarse la primera votación el martes 30, la segunda, 48 horas después, caería ya en pleno agosto, con los españoles más atentos de sus vacaciones que del calendario político.
La fecha de investidura que se conocerá mañana cobra importancia por dos razones, porque de ella podría salir el próximo presidente español y porque, en el peor de los casos, pone en marcha el andamiaje de una nueva cita electoral, otra más. Si el Congreso opta por no dar su apoyo a Sánchez, ni mayoría absoluta, ni simple en segunda votación, 48 horas después las Cámaras se disolverían y habría elecciones generales 47 días después.
Ese plazo de 47 días sustituye al ordinario de 54 días porque en 2016 las fuerzas políticas acordaron acortar una semana la campaña en caso de que los comicios se celebraran -como ya va siendo costumbre- por la imposibilidad de formar un Gobierno tras unas primeras generales.
Desde que recibió el encargo de Felipe VI para someterse a la investidura, el pasado 6 de junio, Sánchez ha mantenido tres reuniones, una en el Congreso de los Diputados y otras dos en la Moncloa, con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, de las que no ha salido ningún acuerdo, más bien, todo lo contrario, un mayor distanciamiento. Del líder del Partido Popular, con quien se ha visto en dos ocasiones, una en el Congreso y otra en la sede el Gobierno, el presidente en funciones sólo arrebató el compromiso de que propiciará una legislatura estable, porque, según afirmó Pablo Casado, el principal partido de la oposición no puede ir más allá. En cuanto a Albert Rivera, hubo un solo frio encuentro en la Cámara baja.
Todos los miembros del Gobierno consultados insisten en que se trabaja para que Pedro Sánchez cumpla el mandato del Rey y sea presidente, pero a estas alturas qué duda cabe que Moncloa maneja todos los escenarios posibles, incluso una nueva cita electoral, dados los escasos frutos conseguidos con el resto de fuerzas políticas en las negociaciones en la Moncloa, a las que Ciudadanos ni siquiera se presentó.
"Mañana se sabrá la fecha de la investidura a la que me someteré en las Cortes Generales", afirmó Pedro Sánchez este lunes desde Bruselas, donde lidia otro reparto de poderes, el del Parlamento Europeo y la Comisión. El líder socialista comunicará a Meritxell Batet la fecha por teléfono, ya que el retraso en la Cumbre europea le impide reunirse físicamente en el Congreso con la presidenta, este martes, como estaba previsto.