Nuevo episodio de tensión en el Congreso de los Diputados. Pablo Iglesias ha sido de nuevo uno de los protagonistas de esta riña tras los insultos al padre del vicepresidente del Gobierno por parte de Cayetana Álvarez de Toledo. Esta vez, el otro contendiente ha sido Iván Espinosa de los Monteros, que ha abandonado la Comisión para la Reconstrucción mientras el líder de Podemos le espetaba que cerrara al salir.

La disputa se ha originado a raíz de unas declaraciones de Pablo Iglesias en las que aseguraba que “aunque a veces parezca que Vox quiera más dar un golpe de Estado que proteger la democracia española, estoy dispuesto a dialogar con cualquiera”. Estas palabras no gustaron al portavoz ultraderechista en la Comisión de Reconstrucción.

Espinosa de los Monteros se dirigió al presidente de la comisión, Patxi López, para solicitarle una rectificación a la citada intervención de Pablo Iglesias. El diputado socialista ha denegado la petición del portavoz de Vox alegando que el vicepresidente ha añadido el matiz de “parece que”.

López ha defendido ante la sala que debe primar la “libertad de expresión” por encima de todo. Tras el intercambio de pareceres con Espinosa de los Monteros, el presidente de la Comisión de Reconstrucción ha dado la palabra a Iglesias por si éste quería retirar la expresión que usó contra el partido ultraderechista.

El vicepresidente segundo del Gobierno no ha querido rectificar y se ha reafirmado en lo dicho. “Creo que a ustedes les gustaría dar un golpe de Estado pero no se atreven”, añadió Pablo Iglesias. Esto ha provocado que el portavoz ultraderechista se levantara de su asiento y abandonara una comisión que “no debe servir para esto”. “Este espectáculo lamentable propio de un marxista comunista que no conoce lo que es el consenso democrático”, agregó Espinosa.

Mientras el diputado de Vox se dirigía hacia la puerta de la sala, el vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030 espetó que “cierre la puerta al salir”. Hasta este momento, al contrario de lo sucedido en el Congreso en la jornada del miércoles, la calma se había apoderado de la Comisión.